Barcelona, 1 de noviembre de 2016
El próximo 6 de noviembre cierra sus puertas en CaixaForum Barcelona la retrospectiva sobre el fotógrafo estadounidense, célebre por sus retratos de famosos, sus 101 portadas de la revista LIFE y su colaboración con Dalí. Posteriormente la muestra viajará a CaixaForum Madrid.
Philippe Halsman (Riga, Letonia, 1906 – Nueva York, Estados Unidos, 1979) siempre insistió en el potencial creativo todavía sin explorar de la imagen y se labró una carrera de más de cuatro décadas, primero en París, y luego en Estados Unidos, y que dejó decenas de imágenes icónicas en el imaginario popular.
La exposición de la Obra Social ”la Caixa”, la retrospectiva más completa que se ha realizado nunca del fotógrafo estadounidense, recoge algunos de sus retratos más célebres, junto a otras imágenes desconocidas, así como piezas que no se habían expuesto anteriormente (hojas de contacto, pruebas de impresión, fotomontajes originales) y que salen a la luz para presentar un recorrido en profundidad por el trabajo del artista y los formatos que utilizó: retratos, reportajes, fotografía de moda, desnudos... 
Reconstruyendo los procesos creativos del fotógrafo desde sus comienzos en París hasta su etapa neoyorquina, esta exposición abre una ventana al proceso creativo del fotógrafo y confirma su visión de la fotografía como medio expresivo.
La exposición se divide en cuatro secciones: la introducción está dedicada a sus años en París, pues su obra temprana ya presagiaba los intereses que desarrollaría a lo largo de su carrera. Las otras tres partes se corresponden con su periodo estadounidense y cada una de ellas presenta una característica de su obra: sus retratos de famosos, su interés por las puestas en escena y las colaboraciones con personajes célebres y sus proyectos personales, y por último, el impresionante repertorio de «ideas fotográficas» que desarrolló junto con Salvador Dalí a lo largo de más de tres décadas.
Philippe Halsman
En el París de la década de los treinta y, sobre todo, en Nueva York, a partir de 1940, Halsman se labró una carrera ejemplar. Fue un enérgico defensor de la fotografía durante toda su carrera. Cuando esta se vio amenazada por la llegada de los medios de comunicación de masas como la televisión, Halsman estuvo a la altura del reto, haciendo de la fotografía una fuerza a tener en cuenta.
Su dominio de la técnica le allanó el camino para dar a conocer las posibilidades creativas del medio fotográfico, que llevó al límite en su colaboración con Salvador Dalí.
La fotografía de Halsman, de carácter directo, destacaba por su perfección técnica, la particular atención por el detalle y por la búsqueda de la naturalidad en la expresión. Asimismo, encontramos en su obra una amplia diversidad nacida de su constante interés por la experimentación.
Halsman se especializó en hacer retratos desde sus inicios. Fotografió a muchos personajes famosos, especialmente del mundo de las artes. El fotógrafo supo sacar partido de dos negocios en rápida expansión: las revistas y la publicidad. Trabajó una amplia variedad de temas (moda, belleza, peluquería, objetos, crónica de espectáculos) y recibió encargos de las publicaciones de la época: Journal des Modes, Vogue, Harper’s Bazaar, Voilà, Le Monde Illustré, Vu, Visages du Monde y Le Journal. Asimismo, realizó fotografía promocional para campañas electorales, cubiertas de libros y carteles de películas.
Autodidacta, Halsman desarrolló una exhaustiva cultura visual, inspirado por las técnicas y estéticas de la época. En su estudio creaba efectos con iluminación eléctrica y encuadres ajustados. Halsman cultivó, asimismo, un rico y variado imaginario que bebía directamente del surrealismo.
En 1931, el editor Jacques Schiffrin inauguró la galería de La Pléiade, en París, donde se pudieron ver las fotografías de Philippe Halsman. Ubicada en el corazón del Barrio Latino, esta galería fue una de las primeras en organizar exposiciones fotográficas y se convirtió rápidamente en uno de los centros privados más importantes para la promoción de la fotografía contemporánea.
En la década de los cincuenta, Halsman desarrolló un nuevo punto de vista sobre el retrato psicológico: la jumpology, una herramienta psicológica que desinhibía a los modelos, a quienes, concentrados en el salto, «se les caía la máscara». En el curso del experimento, Halsman advirtió una enorme variedad de lenguajes corporales e interpretó esa gestualidad como una manifestación del carácter individual, revelado inconscientemente con el salto. A lo largo de diez años entraron a formar parte del catálogo cientos de figuras influyentes (políticos, magnates de la industria, científicos, etc.), así como artistas y profesionales del mundo del espectáculo (actores, cantantes, bailarines, etc.). La jumpology tocó a su fin en 1959 con la publicación del Philippe Halsman’s Jump Book, en el que aparecían más de 170 retratos de famosos saltando.
Durante casi cuarenta años, Philippe Halsman y Salvador Dalí se aprovecharon de sus respectivos talentos. Halsman se había convertido en uno de los fotógrafos más populares de los Estados Unidos y Dalí destacaba en el mundo del arte por el increíble éxito de ventas de sus obras. Philippe Halsman Archives conserva más de quinientas fotografías tomadas a lo largo de cuarenta y siete sesiones con Salvador Dalí, cuyo estudio revela una profunda comprensión de las posibilidades ofrecidas por la imagen fotográfica en el siglo XX. Las fotografías de Halsman y Dalí beben de la cultura visual en la que ambos crecieron, e incorporan arquetipos de la sociedad estadounidense, reflejando asimismo los vínculos entre arte y consumismo y entre fantasía y realidad.
Portada de LIFE con el «salto» de Marilyn Monroe. 9 de noviembre, 1959. Philippe Halsman.
Como dos centinelas erguidos, mi bigote custodia la entrada a mi verdadero yo. Dalí´s Mustache. 1954. Philippe Halsman.
Albert Einstein. 1947. Philippe Halsman.
Audrey Hepburn. 1955. Philippe Halsman.