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Renoir: intimidad

Madrid, 20 de octubre de 2017
El Museo Thyssen-Bornemisza presenta la primera retrospectiva en España en torno a la figura del pintor impresionista. Un recorrido por 78 obras del artista francés, procedentes de museos y colecciones de todo el mundo como el Musée Marmottan Monet de París, el Art Institute de Chicago, el Museo Pushkin de Moscú, el J. Paul Getty de Los Ángeles, la National Gallery de Londres o el Metropolitan de Nueva York, y que tras su paso por Madrid se exhibirá en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre el 7 de febrero y el 15 de mayo de 2017.

Frente a la concepción habitual que reduce el impresionismo a la “pura visualidad”, Pierre-Auguste Renoir (1841-1919) se servía de las sugerencias táctiles de volumen, materia o texturas como vehículo para plasmar la intimidad en sus diversas formas –amistosa, familiar o erótica–, y cómo ese imaginario vincula obra y espectador con la sensualidad de la pincelada y la superficie pictórica.

Las sensaciones táctiles de los lienzos de Renoir pueden percibirse en las distintas etapas de su trayectoria y en una amplia variedad de géneros, tanto en escenas de grupo, retratos y desnudos como en naturalezas muertas y paisajes. El cineasta Jean Renoir escribió que su padre “miraba las flores, las mujeres, las nubes del cielo como otros hombres tocan y acarician”. 

Tacto e intimidad
Mientras que en los retratos de grupo de Manet o Degas los protagonistas mantienen la distancia entre ellos y con el espectador, Renoir dota a sus figuras de una cercanía tangible. En sus escenas los personajes participan en un juego de alternancia entre el contacto visual y el físico, parejas de hermanos o de madres e hijos en las que uno de ellos mira al otro, en las que se acercan mediante el contacto de la mano, o en las que se establece una actividad común, como la lectura de un libro.

En el caso de los retratos individuales, Renoir ofrece al espectador algo semejante al contacto físico aproximándose todo lo posible. Ajusta el encuadre, suprime el entorno para concentrar la mirada en el rostro, y añade detalles que aluden a sensaciones palpables: las cabelleras con las que juegan y se enredan las manos, los perros en brazos de figuras femeninas, una labor de costura, unas madejas de lana o la espesura de un jardín.

La muestra está organizada siguiendo un recorrido temático, en torno a seis apartados: Impresionismo: lo público y lo privado; Retratos de encargo; Placeres cotidianos; Paisajes del norte y del sur; La familia y su entorno y Bañistas. 

La etapa impresionista, entre 1869 y 1880, reúne algunos de los iconos de la carrera de Renoir, como Después del almuerzo (1879) o Almuerzo en el restaurante Fournaise (El almuerzo de los remeros) (1869), un estudio del natural de Le Moulin de la Galette (1875-1876) y algunas de las obras que pintó en La Grenouillère, zona de ocio a las afueras de París donde trabaja con Monet, como Baños en el Sena (La Grenouillère) (1869). Una selección de retratos femeninos al aire libre o en interiores - Retrato de la mujer de Monet (1872-1874)- y de parejas -El paseo (1870)-, además de un paisaje impresionista, Mujer con sombrilla en un jardín (1875), completan esta sección.

A partir de 1881 la vía impresionista parece agotada y los miembros del grupo se distancian. Renoir vuelve la mirada a la tradición clásica, desde Rafael a Jean-Auguste Dominique Ingres. No abandona el lenguaje impresionista, pero añade a su pintura un énfasis mayor en el dibujo. A lo largo de toda la década siguiente adquiere una creciente reputación como retratista y se convierte en uno de los pintores más solicitados por la sociedad parisiense. La Sra.Thurneyssen y su hija (1910) o la serie dedicada a la familia Durand-Ruel, son ejemplos de esta faceta.

Entre las escenas de género, se encuentran retratos de mujeres jóvenes, solas o con otras mujeres, que se sitúan en un interior y en los que las protagonistas aparecen abstraídas en alguna actividad que las aísla del espectador. La maceta verde (1882) o Jóvenes leyendo (1891) nos permiten asomarnos a este espacio íntimo de placeres cotidianos. 

En la sala dedicada a los paisajes se incluyen vistas de la costa de Normandía y sus alrededores -Colinas alrededor de la bahía de Moulin Huet, Guernsey (1883)- y Provenza, donde comparte motivos pictóricos con su amigo Cézanne -La montaña de Sainte-Victoire (hacia 1888-1889)-, así como de distintas localizaciones del sur de Italia: La bahía de Salerno (Paisaje del sur) (1881).

La exposición continúa con una selección de escenas familiares y domésticas protagonizadas por sus hijos -Coco tomando su sopa (1905) o Jean como cazador (1910)-, su mujer Aline que, con motivo del nacimiento de su primer hijo Pierre, posa en Maternidad (1885) y Aline amamantando a su hijo (1915), así como otros miembros de su entorno más cercano como Gabrielle Renard, la niñera y pariente lejana de Aline, que se convierte en una de sus modelos favoritas -Niño con manzana o Gabrielle, Jean Renoir y una niña (hacia 1895-1896)- y Andrée Heuschling -El concierto (1918-1919)- quien se casará con su hijo Jean tras la muerte del pintor.

Uno de los motivos predilectos de Renoir son los desnudos. Un género que los impresionistas, a excepción de Degas, no trataron por considerarlo académico. El pintor llega a una de las cimas de su producción con las bañistas, una serie de desnudos al aire libre en los que reivindica una naturaleza atemporal que elude cualquier referencia a la vida moderna. Una visión marcada por la sensualidad de las modelos, la riqueza del colorido y la rotundidad de las formas.

Renoir: intimidad
Museo Thyssen-Bornemisza
Hasta el 22 de enero de 2017
Paseo del Prado, 8. Madrid

Pierre-Auguste Renoir Le Moulin de la Galette (estudio), 1875-1876.

Pierre-Auguste Renoir Le Moulin de la Galette (estudio), 1875-1876.

Pierre-Auguste Renoir El paseo, 1870.

Pierre-Auguste Renoir El paseo, 1870.

Pierre-Auguste Renoir Lise con un chal blanco, hacia 1872.

Pierre-Auguste Renoir Lise con un chal blanco, hacia 1872.

Pierre-Auguste Renoir Ninfa junto a un arroyo, 1869-1870.

Pierre-Auguste Renoir Ninfa junto a un arroyo, 1869-1870.

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