Johannesburgo, 19 de octubre de 2016
Tras divulgarse que apenas en 10 años los efectivos de esta especie se han reducido en un 80 por ciento en Asia, la comunidad defensora de la naturaleza ha presionado para su salvamento, y ahora, los pangolines acaban de obtener los más altos niveles de protección por la CITES (Convención sobre Comercio Internacional de Especies amenazadas de fauna y flora) que ha dictado la prohibición del comercio internacional de esta especie de oso hormiguero con escamas.
Se trata de una protección absolutamente necesaria. Desde 2014, las ocho especies de pangolines son clasificadas como amenazadas de extinción en la Lista Roja de la UICN de Especies Amenazadas. Las especies de China y de la Sonda aparecen ahora como en peligro crítico, los pangolines indios y filipinos como en peligro de extinción, y las cuatro especies africanas como vulnerable.
Los pangolines o manis, de la familia de los Manidae, son mamíferos que habitan en África y Asia, en zonas tropicales, caracterizados por su cobertura escamosa. Con un tamaño variable, de los 25 centímetros hasta el metro de longitud. Con su lengua larga y pegajosa, les encanta atrapar a las hormigas y termitas. Cuando sienten una amenaza se acurrucan sobre sí mismos y toman forma de bola cubierta de escamas. Esta defensa ha sido buena durante millones de años, hasta que el ser humano rompió el equilibrio con sus armas.
La UICN, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, publicó recientemente que los pangolines son los mamíferos más explotados y comercializados del planeta. Este animal es un blanco sencillo para los cazadores furtivos. La especie está en gran peligro. Se calcula que más de un millón de pangolines han sido extraídos de su hábitat natural en la última década. 
Los pangolines padecen una presión asfixiante por dos motivos. El aprecio de su carne y el comercio de sus escamas. En China y Vietnam se paga cada vez más por la carne de pangolín; es un manjar que se incluye en los banquetes como alimento de lujo. En la medicina tradicional china, se cree que las escamas de pangolín sirven para tratar una amplia variedad de enfermedades incluyendo la psoriasis y la mala circulación. Los pangolines dan a luz a una sola cría al año. La especie no puede soportar este nivel de explotación por mucho tiempo.
Felizmente, ha habido iniciativas que están trabajan por el pangolín, tanto en Asia como en África.
La preocupación por el pangolín fue una de las grandes notas del Congreso Mundial de la Naturaleza (Hawai, 1-10 de septiembre), en la que se aprobó una moción instando a un mayor apoyo para su conservación de pangolines. Este entusiasmo se contagió a la 17 reunión de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES - 17), que acordó la prohibición del comercio internacional de las ocho especies de pangolín.
Las propuestas de la CITES fueron aprobadas prácticamente por consenso. Entran en 90 días después de la reunión, lo que significa que a partir de principios de enero de 2017 los pangolines no podrán ser capturados en la naturaleza para fines comerciales.
¿Qué impacto tendrá esta medida?
Todo depende del férreo control de los Estados… Pero no cabe duda de que la prohibición del comercio es un instrumento legal sobre el que se puede asentar la recuperación de la especie.
Por Artemio Artigas
Pangolin de la especie Manis javanica. Imagen de Dan Challender/UICN
El pangolín se enrolla como una bola escamosa para defenderse de agresiones. Lucie Escouflaire/ https://www.wcs.org.