Por A. Artigas
París, febrero de 2006
París, que en el 2004 dedicó una muestra a examinar la relación de Ingres con Picasso, dedica ahora una nueva gran exposición, en el Louvre, a aquel artista clásico, que vivió a caballo de los siglos XVII y XIX.
Si la exposición del 2004, presentada en el museo Picasso, enfrentó al clasicista con la modernidad del gran pintor malagueño, buscando en éste la huella de aquel, ahora lo que se pretende es hacer la mayor monográfica sobre Ingres, reuniendo en la retrospectiva 80 pinturas y 104 dibujos, presentando al pintor como el rival de Delacroix, y afirmando su visión sensual y apasionada, así como sus vetas de precursor. Del 24 de febrero al 15 de mayo de 2006.
Jean Auguste Dominique Ingres nació el 20 de agosto de 1780 en Montauban, una ciudad que cuenta en su atractivo con un museo de Ingres, que ocupa el antiguo palacio episcopal de esta ciudad francesa, y que cuenta con un valioso legado del pintor neoclásico.
Hijo de pintor, su padre era artista de la Academia de Bellas Artes de la cercana Toulouse, y allí estudió arte y música el muchacho. …ste pronto demostró una cualidad innata para el dibujo, y una atracción especial por Rafael, hasta que fue a París, donde estudió en el taller del neoclásico David.
Ya independizado Цy enfrentado a David- destacó inmediatamente y fue becado para trabajar y estudiar en Roma. En el camino se detuvo para ver la pintura florentina, donde se instaló, aunque seguía enviando obras a los salones oficiales de París, donde el triunfo se resistió hasta 1824, por lo que se trasladó de nuevo a la ciudad francesa
Ya en 1826 se le contrató para decorar unos techos del Louvre, y el éxito le acompañó: presidente de la escuela de Bellas Artes de París, director de la Escuela de Francia en Roma(donde estuvo becado)... la Exposición Universal de París del 1855 le desdicó una retrospectiva...
Murió en 1867, en su ciudad natal, después de haber pintado magníficos retratos, escenas religiosas e históricas, desnudos cargados de sensualidad, escenas míticas, bañistas... Le gustaba el exotismo. Abordó con éxito temas exóticos como la Odalisca o El Baño Turco, en los que denota su sensibilidad, precisión estilística y capacidad para el tratamiento del desnudo.
Supeditaba la realidad física a la belleza, algo que rechazaban los críticos de su tiempo, pero que dota a sus obras de una innegable poesía.
La huella de Rafael, de los neoclásicos y la veta romántica conviven en su obra. Sorprenden aspectos contradictorios, como su obsesión por modificar la realidad en los desnudos (alargando cuellos, dulcificando formas) con su rigor con la historia. Sus cuadros se hacían después de tomar múltiples apuntes de elementos arqueológicos.
Dejó indudable influjo en pintores posteriores, desde románticos a simbolistas, impresionistas o el mismo Picasso. Se ha citado que en los estudios de los pintores cubistas las imágenes de la Odalisca y El Baño Turco de Ingres empezaron a compartir pared con las máscaras africanas y las obras de El Greco, Cézanne o Seurat.
Considerado tradicionalmente como un artista académico y conservador, Ingres fue redescubierto por estos nuevos pintores, que repararon en sus imposibles distorsiones anatómicas y en la organización espacial de sus trabajos.
La muestra de Ingres será el acontecimiento artístico de la primavera. La anterior retrospectiva del autor hace ya 40 años que se hizo, y hoy se conoce mucho mejor la obra del artista de Montauban.
Dividida en seis secciones cronológicas, la exposición alterna dibujos y pinturas, obras que en gran parte pertenecen a la gran pinacoteca francesa, pero que también vienen del museo de Montauban, de instituciones de Europa y América y colecciones privadas. La obra de Ingres es amplia. …l trabajó durante 70 años.
Organiza la exposición la Réunion des Musées Nationaux, junto con el Museo Ingres de Montauban.
El baño turco.1862 © Musée du Louvre/A. Dequier - M. Bard