El Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid presentan, del 14 de febrero al 14 de mayo de 2006 una exposición titulada Vanguardias rusas, de la que es comisario Tomàs Llorens
La exposición ofrece un recorrido por la génesis y desarrollo del arte ruso de vanguardia durante el primer tercio del siglo XX. En contra de lo que tradicionalmente se ha considerado como un único movimiento, la muestra pone de manifiesto –de ahí el plural de su título- la diversidad de tendencias, contenidos y estilos que se encuadran dentro del experimento cultural que supusieron las “Vanguardias rusas”.
La muestra se centra principalmente en la pintura y la escultura, aunque también incluye dos secciones especiales, una de fotografía y otra de diseño, arte gráfico y artes aplicadas. El arco cronológico de la misma va de 1907 hasta1930, un periodo de convulsión política y cultural en el que la vida artística se vio sacudida por cientos de exposiciones de grupo, declaraciones y manifiestos, trama que ha atraído la atención de los historiadores durante las últimas décadas.
El recorrido se inicia con de la búsqueda de un nuevo arte nacional basado en las tradiciones populares rusas a comienzos de siglo. Un segundo apartado está dedicado a los primeros intentos por entroncar con el arte internacional europeo, principalmente con el Futurismo. Más adelante se analiza la trayectoria de artistas fuertemente personales como Chagall, Kandinsky o Filonov. La exposición prosigue con la abstracción organicista de los años de postguerra. Finalmente, el capítulo más extenso está dedicado al afán de superar el arte tradicional y de convertirlo en un medio de construcción del hombre nuevo, recurriendo a medios tan diversos como la pintura, la escultura, la fotografía o el arte de propaganda.
Con más de 280 piezas entre pinturas, esculturas, fotografías, carteles, cubiertas de libros, tejidos, cerámicas y otros objetos de uso corriente, este amplio montaje expositivo ha sido posible gracias a la colaboración especial del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo y de otros museos rusos como la Galería Estatal Tretiakov y museos provinciales, el Centro Georges Pompidou de París y el IVAM de Valencia, que ha prestado parte de su colección de fotografía del siglo XX. Asimismo, se han reunido obras de diversas colecciones privadas de todo el mundo.
RECORRIDO DE LA EXPOSICIÓN
El recorrido, que comienza en la sede del Museo Thyssen-Bornemisza y finaliza en la Fundación Caja Madrid, se divide en cinco secciones:
MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA
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La lección de los bárbaros se centra en los años 1907-1912, un periodo en el cual los artistas de vanguardia se movieron por el sueño de una nueva cultura rusa, revitalizada por el ejemplo de una gran variedad de tradiciones populares o “primitivas”. La sección se divide en dos partes; la primera está dedicada a la imagen de una Rusia imaginaria, llevada a cabo por Kandinsky y Jawlensky desde Munich. La segunda, más extensa, se centra en Goncharova y Larionov, aunque también incluye obras de Mashkov y del primer Malevich. Pirosmanachvili, el pintor naif georgiano, también está representada en ella.
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Un torbellino de energía recoge las innovaciones formales del periodo 1912-1915. También está dividido en dos partes. La primera presenta de manera conjunta el desarrollo del “rayonismo” y el “cubofuturismo”. La segunda se centra en el problema de representar el espacio e interactuar en él empleando diferentes materiales. Incluye obras tempranas de Tatlin, Baranov-Rossiné, Kruchenyk y Rozanova.
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Experimentos individuales trata de presentar la intensa investigación artística llevada a cabo por artistas individuales, los cuales eligieron trabajar al margen de formaciones colectivas y de las cambiantes asociaciones de artistas de la época. La sección se divide en tres partes, dedicadas respectivamente a Chagall (1912-1922), Kandinsky (1914-1922) y Filonov (1914-1930).
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El movimiento orgánico ofrece una presentación sumaria de la tradición de “orgánica” que desarrollaron en torno a Matiushin, Elena Guro y los hermanos Ender.
FUNDACIÓN CAJA MADRID
- La construcción del hombre nuevo es la sección más extensa de la exposición. Intenta mostrar la dialéctica entre vanguardia artística y cambio político-social durante los primeros años tras la Revolución. Está dividida en cinco apartados:
5.1. Suprematismo y Constructivismo recoge las investigaciones en la representación del espacio, los volúmenes y la geometría de los creadores de estos movimientos como Malevich, Popova, Rodchenko o El Lissitzky, con experimentaciones en el campo de la pintura y la escultura. En relación con este apartado, se incluye una reproducción virtual a gran escala del Monumento a la III Internacional, de Tatlin.
5.2. Fotografía ofrece una amplia visión de conjunto de la fotografía de la época, caracterizada por una ambivalencia entre fotografía social y fotografía experimental, en la que se buscan nuevos enfoques, nuevas perspectivas y una especial atención a la estética de las máquinas. Este apartado cuenta con un importante conjunto de fotografías del IVAM.
5.3 y 5.4. Diseño gráfico y arte y propaganda. Estos dos ámbitos constituyen ejemplos del interés por las artes aplicadas que caracterizó a buena parte de la vanguardia durante los años veinte, en concreto por las publicaciones y el diseño gráfico. Destacan las cubiertas de revistas y libros, y en particular la extensa producción de carteles, sobre todo políticos, pero también de otros géneros.
5.5. Arte de la vida cotidiana, recoge algunos ejemplos de la estética del movimiento moderno aplicada a los objetos de la vida diaria, con muestras de tejidos estampados, cerámica, vajillas, bandejas o tinteros.
Natalia Goncharova. Campesinos regogiendo manzanas. 1911. Galería Estatal Tretiakov. Moscú
W. Kandinsky. Destino muro rojo. 1909. Galería de Pintura de Astrakán.