Mexico, 10 de febrero de 2006
Artemio Artigas
El notabilísimo pintor mexicano Juan Soriano falleció en México a la edad de 85 años de un paro cardiaco, en el Instituto Nacional de Nutrición, donde había ingresado quince días antes con neumonía y otros problemas de salud.
Soriano fue un artista polifacético que trabajó en pintura y escultura. Mereció en 2005 el Premio Velázquez de las Artes Plásticas, preciado galardón anual que concede el ministerio español de Cultura, por su valía, trayectoria artística y su aportación a la cultura iberoamericana.
Fue el primer latinoamericano que ganó el Premio Velázquez de Artes Plásticas, galardón que toma su nombre del genial pintor Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660).
El artista se inició en el arte en su tierra natal cuando tenía ocho años, muchos le llamaron "el Mozart de la pintura". Formó parte del taller de Francisco Rodríguez “Caracalla” a los 14 años. Con éste participó en una exposición colectiva. Llegó en 1935 a la Ciudad de México y poco más tarde presentó su primera exposición individual, en la que se denotaban influencias expresionistas.
Frecuentó los ámbitos de Diego Rivera y Frida Kahlo y entró en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, una organización que abandonó por su búsqueda de la independencia y su inconformismo.
También se relacionó con numerosos escritores: Maria Zambrano, Octavio Paz, Cortázar, Cernuda, Carlos Fuentes.. Y emprendió viajes por Europa con objeto de profundizar en las culturas clásicas.
Si en el inicio de los cincuenta se empapó de arte del renacimiento e incluso del primitivo griego, pocos años mas tarta tuvo una temporada en la que se obsesionó por la abstracción. Siempre le interesó el dibujo y en las últimas décadas también el género escultórico. fue siempre amigo de explorar y construir con libertad y lirismo.
Soriano, que vivía entre México, París e incluso Varsovia, vivió hasta su vejez en pleno vigor creativo. Su trayectoria artística no se limitó a la pintura, ya que actuó igualmente sobre el grabado, la cerámica, la escultura, el trabajo en barro... y hasta las escenografías y vestuarios teatrales.
El Premio Nacional de Arte en 1987, en México; diversas grandes exposiciones, y finalmente el Premio Velázquez de Artes Plásticas, coronaron una vida fecunda.