Miguel Moreno, uno de los colaboradores habituales de guiarte.com, mantiene abierta una página sobre el megalistismo, que no para de crecer, y en la que se encuentra abundante información de este tema.
http://www.arrakis.es/~morenobl/ es la web de Megalitismo que ha crecido en los últimos seis meses, hasta llegar a las 659 páginas. Se han incorporado dólmenes de las provincias de Sevilla y de Castellón de la Plana, y se han añadido novedades de Madrid, Cantabria, Palencia y Burgos, los abundantes restos del pantano de Ordunte en el Valle de Mena, que en otoño han quedado a la vista. La página tambien presenta bastante información europea.
El megalistismo.
Desde el Neolítico hasta un momento indeterminado de la Edad del Bronce floreció en diversas partes del mundo, y en particular en la fachada atlántica europea, un modo de enterramiento monumental y colectivo. Los dólmenes, auténticos panteones funerarios, acogían durante cientos de años a determinados individuos (¿dirigentes tribales, familiares, religiosos...?), llegando a registrar osarios de gran importancia.
Los ajuares funerarios son también variados, aunque casi siempre contienen herramientas de sílex, hachas pulimentadas, cuentas de collar y otros adornos, así como herramientas de hueso. La palabra megalito nos habla de grandes piedras, de las lajas que conforman el interior de los dólmenes. Normalmente hay una o varias cámaras (redondas, cuadradas, poligonales) comunicadas con el exterior mediante un corredor, que puede estar también adintelado.
El conjunto se protegía con un túmulo de tierra, a veces con corazas de piedras, que daba solidez a la construcción. Como el dolmen tenía vocación de continuidad, el acceso se realizaba por el corredor (aunque a veces era por la misma cámara), que quedaba sellado tras cada enterramiento.
Pero el megalitismo no se agota en los dólmenes de gran tamaño y carácter colectivo. A la vez aparecen otras manifestaciones funerarias y conmemorativas que están relacionadas entre sí. Hay enterramientos individuales, algunos de pequeño porte junto a los grandes dólmenes. También se encuentran cistas (cajas formadas por varias piedras) y túmulos que no tienen estructura lítica. Los menhires, que son arqueológicamente "mudos", porque no transmiten información, también deben relacionarse con el megalitismo, aunque con gran precaución.
Es fácil entender el vínculo entre dólmenes y menhires en lugares como Carnac (Bretaña francesa) o en lugares de gran acumulación megalítica. Pero a veces pueden ser confundidos con mojones históricos. Lo que sí parece claro es que los dólmenes son marcas territoriales monumentales. Se trata de un enterramiento en positivo, todo lo contrario de la ocultación del cadáver, que pretende mostrar con orgullo el lugar de reposo de los antepasados.
Aun a riesgo de caer en la especulación, cabe hablar de hitos geográficos, tal vez vinculados con recursos naturales o simbólicos (lagunas, pastos, tierras de cultivo...). Aunque tradicionalmente se ha hablado de que los megalitos están en lugares dominantes del paisaje, la realidad es mucho más compleja, y en muchos casos se mimetizan con el entorno. Sin embargo, casi todos tienen en común su buen dominio territorial (lugares para ver, más que para ser vistos).
recomendada la visita a http://www.arrakis.es/~morenobl/
Megalito en la Bretaña francesa. Imagen de Miguel Moreno. guiarte.com. Copyright