San Sebastián, 16 de febrero de 2017
La exposición "Miquel Navarro. Arqueologías imaginarias" recorre el trabajo del escultor a través de piezas icónicas de su carrera. Piezas por lo general de gran tamaño, que se completan con cuadernos de trabajo y una serie de pequeñas esculturas realizadas con barro que nos remiten a lo académico y a la arqueología.
Miquel Navarro (29 de septiembre de 1945, Mislata), Premio Nacional de Artes Plásticas (1986), es uno de los máximos representantes de la llamada «nueva escultura española».
Sobre la exposición
Los recuerdos de infancia son determinantes a la hora de configurar la obra de este escultor. El contraste entre el ambiente rural y la ciudad de Valencia, son totalmente identificables en toda la trayectoria de Navarro.
Tras un periodo dedicado al dibujo y la figura humana, Miquel Navarro pronto llega a la escultura. Sus primeras obras las realiza en barro, material con referencias a su infancia, pero también un material que nos remite a nuestros orígenes.
En los 70 comienza a realizar sus conocidas Ciudades. Primero en barro, para introducir poco a poco distintos metales como el zinc, el hierro y el aluminio, , que nos acercan a la sociedad industrial moderna.
Sus ciudades están compuestas por cientos de unidades, que se extienden directamente sobre el suelo. Pieza a pieza, forman barrios, plazas, fábricas, carreteras, aeropuertos y automóviles, insectos, murallas... todo en volúmenes básicos o transformados, que se agrupan y conectan formando una obra unitaria.
Estas metafóricas ciudades deshabitadas no pretenden acogernos, son inhóspitas, llenas de símbolos y significados que nos obligan a reflexionar sobre la relación entre sus partes, sobre el poder, sobre la existencia. Sintetizan la ciudad real, pero que en definitiva no es real, aunque tampoco intenta proyectar utopía alguna.
En la esta exposición se presentan tres de sus ciudades: La Ciutat (1984-1985), Ciudad roja (1994-1995) y Entre muros (2000). Junto a ellas una pieza inédita, Placón, de 3,5 m de altura y aluminio macizo, con formas rotundamente planas, pero con uno de los laterales orgánico, sensual, una curva pared que humaniza sus formas, y que el artista asocia con un labio vulvar.
La exposición se completa con una serie de cuadernos de trabajo o cuadernos de viaje, soportes de reflexión que permiten el reflejo de un pensamiento directo, con el carácter de inmediatez que tiene el dibujo.
Finalmente, se presentan las «arqueologías», pequeñas figuritas realizadas con barroy con forma de ersonajes, torres, penes, vulvas, pirámides, zigurats, espirales... Muchas de estas figuras presentan amputaciones que nos remiten a un cierto sentido arqueológico, retornando de nuevo a la antigüedad clásica. Un juego con el que se pone de relieve el paso del tiempo, la mutilación, la pérdida como resultado de los avatares de la existencia o de la historia.
Miquel Navarro. Arqueologías imaginarias
Del 17 de febrero al 21 de mayo de 2017
Kubo-kutxa
Zurriola 1. Kursaal. Donostia/San Sebastián
Miguel Navarro. Placón. Detalle. 2011.
Miquel Navarro. Arqueologías imaginarias.