Por Artemio Artigas
Un gran éxito en la gestión de una especie amenazada de la Península Ibérica: el lince ibérico sale de la Lista Roja, tras una mejora continuada de la especie durante todo el siglo XXI.
En la actualidad, la esbelta figura de los linces se puede detectar en un espacio superior a los 3.000 kilómetros cuadrados, en la Península Ibérica, cuando hace veinte años era una rareza que se veía sólo en algo más de 400.
La UICN, Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza fue fundada en 1948 para luchar en todo el mundo contra la pérdida de biodiversidad. Un baremo importantísimo que creó es la llamada Lista Roja de Especies Amenazadas, el gran inventario mundial para seguir la evolución de animales y plantas.
El lince, una especia vulnerable
Grethel Aguilar, Directora General de la UICN, ha valorado este éxito ibérico, en el momento en el que la Lista Roja de la UICN de Especies Amenazadas celebra su 60 aniversario; una herramienta esencial para medir los progresos realizados hacia la detención de la pérdida de calidad de la naturaleza.
“La mejora del estado del lince ibérico en la Lista Roja demuestra que una conservación exitosa funciona tanto para la vida silvestre como para las comunidades”, dijo doctora Grethel Aguilar. Según informa la IUCN en nota de prensa, el estado de conservación del lince ibérico (Lynx pardinus) ha mejorado de En Peligro a Vulnerable, con un aumento exponencial de la población de 62 individuos maduros en 2001 a 648 en 2022. Actualmente, la población total, incluidos linces jóvenes y maduros, se estima en más de 2 000 individuos.
Los esfuerzos de conservación de esta especie clave se han centrado en aumentar la abundancia de su presa, el conejo europeo (Oryctolagus cuniculus); así como proteger y restaurar los hábitats de matorrales y bosques mediterráneos, reduciendo las muertes causadas por actividades humanas.
Se proyecta reintroducir el lince en el centro y norte de España
El aumento de la diversidad genética de la especie a través de translocaciones y de un programa de reproducción ex situ ha sido clave para aumentar el número de ejemplares.
Desde 2010, se han reintroducido más de 400 linces ibéricos en partes de Portugal y España. Pese a todo, el lince ibérico sigue amenazado, debido principalmente a posibles fluctuaciones de la población de conejos europeos en caso de nuevos brotes virales, así como a los contactos con las enfermedades de los gatos domésticos.
La caza furtiva y las muertes en carreteras siguen siendo amenazas, especialmente cuando unas carreteras de alto tráfico atraviesan el hábitat del lince. Las alteraciones del hábitat relacionadas con el cambio climático también constituyen una amenaza creciente.
“Este éxito es la mayor recuperación de una especie de felino lograda a través de la conservación”, afirmó Francisco Javier Salcedo Ortiz, Coordinador del proyecto LIFE Lynx-Connect, quien lideró las medidas de conservación del lince ibérico. También anunció que, “de cara al futuro, está previsto reintroducir linces ibéricos en nuevos sitios en el centro y norte de España”.
Los esfuerzos de conservación de esta especie han permitido una gran recuperación del lince Ibérico en la mitad sur peninsular. Imagen de ministerio español para la Transición Ecológica