Madrid, 12 de octubre de 2012
La celebración llega cuando el centro museístico cumple sus veinte años de apertura al público.
Con la huida de Paul Gauguin a Tahití como hilo conductor, la muestra descubre de qué forma el viaje hacia mundos lejanos produjo una renovación del lenguaje creativo y en qué medida esta experiencia condicionó la transformación de la modernidad.
La exposición presenta 111 obras del propio Paul Gauguin y de otros artistas como Emil Nolde, Henri Matisse, Wassily Kandinsky, Paul Klee y August Macke, cedidas por museos y colecciones de todo el mundo: el State Pushkin Museum of Fine Arts de Moscú, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York y el Museum Folkwang de Essen, entre otros.
La exposición Gauguin y el viaje a lo exótico aborda tres cuestiones que van encadenándose e interrelacionándose.
La primera, y fundamental, es la figura de Paul Gauguin, cuya huida a Tahití, donde reconquistó el primitivismo por la vía del exotismo, funciona como hilo conductor de todo el recorrido. Sus pinturas icónicas, creadas a través del filtro de Polinesia, no sólo se han convertido en las imágenes más seductoras del arte moderno sino que además ejercieron una influencia esencial en los movimientos artísticos de las primeras décadas del siglo xx, como el fauvismo francés y el expresionismo alemán.
La segunda trata del viaje, el viaje como escape de la civilización, que servirá de impulso renovador a la vanguardia, y el viaje como salto atrás a los orígenes, a ese estado edénico, utópico y elemental que anhelaba el primitivismo.
La tercera, y última, se refiere a la concepción moderna de lo exótico y sus vinculaciones con la etnografía.
Paul Gauguin (1848 - 1903) Dos mujeres tahitianas. 1899. Óleo sobre lienzo. The Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Estados Unidos.Donación de William Church Osborn,