París, 26 de septiembre de 2016
Esta era la ciudad de los filipenses, a los que San Pablo escribía desde la prisión en torno al año 60 de nuestra era, libro que es parte del Nuevo Testamento.
Filipos se halla en la actual región griega de Macedonia Oriental, cerca de la costa del norte del Egeo, frente a la isla de Tasos, Se halla en un lugar por donde pasaba la antigua vía romana Egnatia que unía Europa con Asia.
Allí perviven los vestigios de esta ciudad fortificada que se extienden al pie de una acrópolis, en un lugar de interés viario y minero.
Filipo II de Macedonia fundó Filipos en el 356 a.C. en el lugar en la que estaba la colonia de Crénides, y puso una guarnición para dominar la vía y las cercanas minas de oro.
El rey macedonio mando construír importantes fortificaciones y saneó la cercana marisma. Por suerte para la nueva ciudad, en la zona aparecieron nuevas explotaciones auríferas y Filipos prosperó y gozó de prestigio y autonomía en el reino, aunque nunca tuvo una gran población.
En su entorno se dieron importantes batallas en tiempos romanos, y allí se asentaron veteranos del ejército, en una “refundación” de la urbe (año 41 a.C.) cuando Augusto la denominó Colonia Victrix Philippensium.
En tiempos del Imperio Romano, en los decenios subsiguientes a las batallas, vinieron a añadirse a los anteriores monumentos de la época helenística –el teatro y el templo funerario– importantes construcciones como el Foro.
Hacia el año 49, la urbe fue visitada por San Pablo, quien volvería en el 56 y 57. La epístola a los filipenses daría fe de la actividad del núcleo cristiano, vitalidad que tuvo continuidad a juzgar por otras comunicaciones con la comunidad filipense, la epigrafía funeraria y restos paleocristianos. A partir de aquel momento y en tiempos del imperio romano se data la existencia de numerosas iglesias.
Atacada por invasiones de diversos pueblos, pestes y un gran seísmo(siglo VI), la población decayó. Caída en manos de los búlgaros, y retomada por los bizantinos, aún gozó de una era de plata en los siglos X al XII. Luego pasó por el dominio de los cruzados, los serbios, los turcos…. Y en el XVI ya sólo pervivían en aquel histórico lugar unas ruinas explotadas como canteras por los turcos.
Vestigios del teatro, foro, basílicas, termas, murallas y necrópolis dan aún testimonio de si pasado intenso. El sitio Patrimonio Mundial de la UNESCO desde este año 2016 ocupa un espacio de 87,5 ha. y una zona de amortiguamiento de 161,2.
Sitio arqueológico de Filipo: El teatro. © Ministerio griego de Cultura y Deportes/Achilleas Savvopoulos/UNESCO
Sitio arqueológico de Filipo: Museo arqueológico de Filipo. Exposiciones de la época romana. © Ministerio griego de Cultura y /UNESCO
Sitio arqueológico de Filipo: El complejo Octagon. © Ministerio griego de Cultura y Deportes/Nikolaos Stournaras/UNESCO