Nueva York, 22 de septiembre de 2016
Jean Valentín de Boulogne (1591 - 1632), fue un extraordinario pintor francés del barroco, aunque su fama quedó oscurecida por su temprana muerte y el escaso número de obras que se conservan de él, unas sesenta.
Este artista recibió la influencia de Caravaggio, de quien pronto asume el “claroscuro” propio de su pintura, si bien lo coloca de manera más geométrica y muestra más interés por los modelos. Es pintor de escenas costumbristas y también asuntos religiosos, caracterizado por el dramatismo y humanidad de sus figuras y una atmósfera generalizada de melancolía.
“Valentín de Boulogne: Más allá de Caravaggio” es el título de esta muestra, la mayor exposición monográfica dedicada a él. De las seis decenas de obras que se conocen, en el MET se presentarán cuarenta y cinco, procedentes de Roma, Viena, Munich, Madrid, Londres y París. El Museo del Louvre, que posee el conjunto más importante de obras de Valentín, prestará todas sus pinturas del artista. La exposición está organizada conjuntamente por el Metropolitan y el Louvre.
La exposición será un evento de referencia no sólo para los estudiosos de este autor, sino también para los amantes del arte, que descubrirán a uno de los grandes de la pintura francesa, que fue punto de referencia para los realistas del siglo XIX, de Courbet a Manet.
Sin datos abundantes de su vida, parece que tras cumplir la veintena se trasladó de Francia a Roma, que entonces era capital cultural de Europa, donde los aspirantes a artistas de Francia, España, Alemania, y Países Bajos acudían a ver los grandes monumentos del pasado romano, así como las obras maestras de Rafael y Miguel Ángel. Pero una vez allí, le atrajo el novelesco Caravaggio, uno de los grandes revolucionarios del arte occidental, quien rechazó la gran tradición del pasado, poniendo en su lugar un nuevo tipo de arte basado en la pintura directa del modelo, observado bajo una luz rasante que ampliaba el impacto dramático.
A la muerte de Caravaggio, en 1610, su espacio se ocupó por dos pintores de genio. Uno de ellos fue el español José de Ribera (1591-1652), quien en 1616 se trasladó de Roma a Nápoles, donde pasó el resto de su vida; el otro, Valentín de Boulogne que pasó la totalidad de su corta carrera en Roma.
Nacido el 3 de enero de 1591, no lejos de París, en la pequeña ciudad de Coulommiers, Valentín era el hijo de un pintor y vidriero y tenía un hermano, 10 años menor que él, que también era pintor. Es probable que Valentín trabajase de aprendiz con su padre, pero nada se sabe acerca de su carrera antes de llegar a Roma. Se cree que lo hizo en 1612, aunque está documentada su estancia por primera vez en 1.614. 
La vida de Valentín se vio interrumpida a los 41 años, después de una noche de taberna, por unas fiebres mortales. Pero dejó obras que hoy están distribuidas en grandes instituciones del mundo. En algunas se aprecia un trasfondo existencial en asuntos convencionales, tales como el Sansón (Cleveland Museum of Art), pintado para el cardenal Francesco Barberini.
Otros temas notables son las escenas de jolgorio, con música y bebida, tratados con personalidad propia; pero los mayores logros de Valentín estaban en las narrativas dramáticas, como el martirio de los santos Proceso y Martiniano (museos del Vaticano, Ciudad del Vaticano). Es famoso también el Juicio de Salomón (Museo del Louvre), donde el autor presenta la historia bíblica del joven Salomón, para decidir el destino de un bebé reclamado por dos mujeres.
La exposición, después de su paso por el MET, se verá en París, del 20 de febrero al 22 de mayo de 2017.
Valentín de Boulogne. Judith con la cabeza de Holofernes. Museo de los Agustinos, Toulouse
Valentín de Boulogne. Jugadores de cartas. Gemäldegalerie Alte Meister, Staatliche Kunstsammlungen Dresden
Valentín de Boulogne. Martirio de los santos Proceso y Martiniano. Museos del Vaticano, Ciudad del Vaticano