Eros dormido

Nueva York, 4 de marzo de 2013
Eros, el Dios griego del amor, era capaz de someter las mentes tanto de Dioses como de mortales. De acuerdo con el mito, Gaia (Diosa de la Tierra) y Eros, eran la fuente de toda creación.

Referencias literarias de los siglos 6 y 5 antes de Cristo, reflejan a Eros como un ser cruel y caprichoso, causante de deseos ardientes. En el arte Clásico, Eros era representado como un bello jovencito con alas. Durante el periodo Helenístico (323–31 B.C.) aparece una nueva imagen del Dios, como un poderoso bebé. La popularidad de esta iconografía se asocia al mito de Eros como hijo de Afrodita, nacido de su romance con Ares, Dios de la guerra.

La representación más recurrente durante los periodos Helenístico y Romano fue la de Eros dormido.

La estatua del Eros dormido del Metropolitan de Nueva York es el mejor ejemplo de esta forma de representar al Dios. Los estudiosos llevan largo tiempo preguntándose si esta figura es un original del periodo Helenístico, o si por el contrario es un trabajo posterior, una copia de la época del Imperio Romano.

Variaciones del motivo son conocidas en cientos de esculturas, que demuestran que, a juzgar por el número de réplicas existentes y adaptaciones, fue uno de los más populares jamás producidos durante los tiempos del Imperio Romano. Este motivo fue además uno de los primeros que se redescubriría durante el renacimiento, cuando los artistas revisaron este tema mitológico.

Esta exposición presenta el resultado de un reciente estudio de la estatua del MET, en el que se han utilizado análisis científicos y técnicos, así como búsquedas históricas, que apoyan la identificación de la escultura como un original del periodo Helenístico, que fue restaurada en la antigüedad, probablemente en el periodo del Imperio.