Cambridge, 07 de junio de 2016
Bird Life International informa que los expertos coinciden en que la conservación a largo plazo de estas aves sólo se logrará mediante la creación de asociaciones transnacionales y la participación de las comunidades locales en los proyectos científicos.
Las aves migratorias conectan el continente norteamericano, ya que millones de ellas se mueven a través de los EE.UU., Canadá y México cada año. Un total de 350 especies de aves de América del Norte se estima comparten su distribución a través de dos o más países, lo que subraya la importancia de una acción coordinada para protegerlos.
Hasta ahora, la puntuación de la vulnerabilidad de más de mil especies de aves nativas norteamericanas era incompleta. "El Estado de los pájaros de América del Norte”' llena los vacíos. Publicado en el 100 aniversario de la Convención para la Protección de Aves Migratorias entre los EE.UU. y Canadá, es la primera evaluación de este tipo. 
El informe revela que de las 1154 especies de aves nativas que se crían en América del Norte continental, un tercio requiere medidas urgentes de conservación. Las especies que necesitan más medidas urgentes son los que dependen de los océanos y los bosques tropicales.
En concreto, el grupo en mayor en peligro de extinción es el de las aves marinas, por efecto de una mezcla de factores: la contaminación, la sobrepesca, los impactos de la extracción de energía, la depredación por especies invasoras en las islas y el cambio climático.
Las aves marinas con la mayor cota de preocupación son el petrel de coronilla negra, la pardela de Parkinson y la pardela de Revillagigedo.
La situación no es mucho mejor para las aves tropicales que migran desde Canadá a México. Los pájaros cantores que hibernan en los bosques tropicales de México son cada vez menos por el impacto de la deforestación en México. Otras aves tropicales con altos niveles de descenso son la tangara chiapaneca o celeste, la perdiz veracruzana y el mosquero fajado.
Este análisis sin precedentes en todo el continente también revela cómo las aves de pastizal se enfrentan a algunos de los descensos más pronunciados en su población, debido a cambios en el uso del suelo. En los últimos años las vastas praderas de América del Norte en su mayoría se han convertido en tierras agrícolas roturadas. Sólo unas pocas islas de tierra originales permanecen, por lo que es muy difícil sobrevivir en la vida silvestre. Algunas de las especies de pastizales con mayor declive son el gorrión zacatero serrano, el gorrión indefinido altiplanero y el gallo de las praderas chico o urogallo chico.
El informe fue elaborado por North American Conservation Initiative y fue realizado usando los datos recogidos por los ciudadanos voluntarios y científicos de todo el continente. A pesar de las alarmantes conclusiones, el informe demuestra cómo el poder de muchos puede ayudarnos a entender las necesidades de conservación y generar un cambio positivo.
Para ver el informe en línea en www.stateofthebirds.org
El Urogallo de las artemisas o urogallo chico ocupa un preocupante lugar en el informe. Foto May Haga.
Este mapa muestra que el chipe colifajado o chipe de magnolia se traslada a México para pasar el invierno en bosques tropicales. BSC Andrew Couturier.