En un tiempo en el que crece una ética economicista y un feroz individualismo que mira al “otro” no como hermano sino como enemigo a batir… la agrupación de Hospitaleros Voluntarios se revela como un ejemplo de altruismo y generosidad.
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Ayer, 23 de Julio, antevíspera de la tradicional fiesta del apóstol Santiago, se conoció que la organización Hospitaleros Voluntarios, surgida hace 35 años por impulso de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, ha sido galardonada con el Premio Hermann Künig a la Hospitalidad, distinción creada para poner en valor tanto a las personas como a las instituciones que destacan en el ejercicio de la atención altruista al peregrinaje.
Este es el primer año en que se concede el Premio a la Hospitalidad, galardón instituido por la Asociación de Amigos del Camino de Künig, entidad en cuyos estatutos establece entre sus fines esenciales la promoción y difusión de los temas jacobeos y del peregrinaje, así como la defensa y promoción de los valores humanos en la peregrinación.
…Y en este primer año del Premio, la elección del premiado ha sido magnífica, porque los Hospitaleros Voluntarios nos recuerdan con su ejemplo que el Camino de Santiago ha sido un milagro de la Historia por la Hospitalidad. …Y también nos advierte que el día en el que este valor de la hospitalidad se apague, también lo hará el espíritu del Camino.
El jurado que concedió el premio ha sido plural y altamente cualificado. Como presidente del mismo, el filósofo Rogelio Blanco. Como vocales, Ana Isabel Barreda, Xosé María García Palmeiro, José de Cora Paradela, Luis Gutiérrez Perrino, Teresa María Moreno Sanes, Manuel Alejandro González Flores, Tomás Álvarez y Apolinar Fernández Franco; este último como secretario de Actas.
El Premio se entregará el próximo mes de octubre, en un acto que se celebrará en la Real Abadía de San Isidoro de León.
La mayor organización en su género
Hospitaleros Voluntarios es una organización que viene trabajando desde 1990. Se trata de un colectivo muy numeroso en el que han participado desde su origen más de 10.000 personas procedentes de todos los continentes –más de 700 en el año 2024- practicando de forma altruista y gratuita la hospitalidad tradicional jacobea en decenas de albergues u hospitales a donativo.
La inmensa mayoría de los hospitaleros voluntarios son peregrinos sensibilizados por la labor altruista que han visto en su marcha y que luego toman la decisión de dedicar parte de sus vacaciones para atender a su vez a los viajeros que caminan a Compostela.
En este año 2025 están trabajando en albergues de Santa Cilia, Arrés, Zabaldika, Pamplona, Estella, Viana, Logroño, Grañón, Bercianos del Real Camino, El Burgo Ranero, Calzadilla de los Hermanillos, Calzada de Coto, La Virgen del Camino, Villadangos del Páramo, Ponferrada, Cacabelos, Castilblanco de los Arroyos, Alcuéscar, Puerto Béjar, Salamanca, Zamora, Puente Duero, Medina de Rioseco, Alfaro y Alcanadre.
Al frente del colectivo se halla el Coordinador de Hospitaleros Voluntarios, en la actualidad Manuel Oliva. A este le han precedido en el cargo José Ignacio Díaz, Francisco Sánchez y Ana I. Barreda.
Un premio importante, para una labor ejemplarizante
Desde el primer momento del debate, el Jurado calificó como “imbatible” la candidatura de Hospitaleros Voluntarios. Pero junto a esta se analizaron otras propuestas: la de José Luis Antón, conocido por su labor en el albergue Parroquial de Tosantos (Burgos), donde se acoge a los peregrinos en un régimen de marcada austeridad y espiritualidad; Pedro Robles Sierra, hospitalero colaborador del albergue de las Agustinas de en Carrión de los Condes; y “La Flor del Valle”, un albergue a donativo surgido en la variante del Camino recomendada por Hermann Künig en tierras leonesas, equipado, gestionado y sostenido por los vecinos del pueblo de Quintanilla del Valle.
Afortunadamente, el espíritu hospitalario continúa brillando en números puntos del Camino.
El premio Hermann Künig de la Hospitalidad ha sido instituido por una asociación sin ánimo de lucro, con escasos medios económicos. No lleva dotación económica. Consiste en una placa de terracota elaborada por la ceramista Marta Rivera, que refleja a un peregrino medieval, y un diploma honorario de reconocimiento.
...Podría parecer un galardón humilde, pero es muy importante no sólo por la cualificación del Jurado que lo concede, sino por lo que tiene de ejemplarizante y de reconocimiento público a una labor callada y continua, en unos tiempos difíciles.

Placa de terracota que representa a un peregrino medieval, que se entregará como distintivo del Premio Hermann Künig de la Hospitalidad

Restos del monasterio y hospital de Santa Cristina, en Somport; una institución emblemática de hospitalidad en la Edad Media.