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Caravaggio en el Prado

El Descendimiento de Caravaggio es el cuadro que servirá en el museo del Prado, durante dos meses, para hacer una interesante incursión sobre la pintura religiosa.

Madrid, 23 de julio de 2011

Coincidiendo con la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid, el museo del Prado recibe en sus salas El Descendimiento, una de las obras maestras de Caravaggio procedente de los Museos Vaticanos.

Por primera vez en España, el monumental cuadro se expondrá durante dos meses en el Prado gracias al patrocinio de la Fundación Amigos del Museo del Prado, como parte del programa expositivo La obra invitada. Este préstamo también formará parte del recorrido temático La Palabra hecha imagen. Pinturas de Cristo en el Museo del Prado, organizado por el Museo con motivo de la visita papal.

Este evento tendrá lugar durante casi dos meses (21 de julio – 18 de septiembre de 2011)

La obra de El Descendimiento (1602-1604) de Caravaggio, una de las más importantes del maestro italiano, procede de los Museos Vaticanos y formará parte del itinerario temático “La Palabra hecha imagen. Pinturas de Cristo en el Museo del Prado”, organizado por el Museo en torno a una selección de catorce obras maestras protagonizadas por distintas escenas de la vida de Jesucristo.

El Descendimiento

1604 fue un año de especial importancia en la vida de Michelangelo Merisi (Milán, septiembre de 1571 – Porto Ercole, julio de 1610), conocido como Caravaggio. Además de una larga serie de problemas legales como consecuencia de su carácter irascible y pendenciero, su biografía recoge que el 1 de septiembre de aquel año se mostró públicamente El Descendimiento, obra comisionada casi con toda seguridad por Girolamo Vittrice y destinada al altar mayor de la capilla que dicha familia poseía en la romana iglesia de la Vallicella, también conocida como Chiesa Nuova, perteneciente a la Congregación de los Oratorianos de san Felipe Neri. La presentación pública de la obra fue saludada con admiración por parte de los biógrafos contemporáneos, no dándose las opiniones críticas negativas con las que se acogían tan a menudo las creaciones del artista.

En El Descendimiento, Caravaggio dispuso las figuras conforme a un esquema compositivo compacto, integrado por un grupo recortado sobre un fondo oscuro y construido conforme a una línea diagonal que, desde el ángulo inferior izquierdo, alcanza el lado opuesto de la tela. Allí destaca, en el primer plano, Nicodemo, que vuelve su cara al espectador, y san Juan Evangelista, ambos portando el cuerpo de Cristo. Su mano roza apenas la losa donde debía ser lavado, ungido y perfumado, lo cual probablemente constituye una alusión al propio Cristo como piedra angular y fundamento de la Iglesia. Detrás se localiza la Madre de Cristo, con serena actitud; María Magdalena, que seca sus lágrimas con un paño blanco y María de Cleofás, que, desolada, alza sus brazos al cielo. Todas ellas muestran formas diversas y complementarias de manifestar su dolor. Caravaggio crea un cuadro de altar de fuerte impacto monumental y dramático, acentuado por el violento claroscuro en el que el artista envuelve la acción.

Modelos iconográficos para esta pintura.

Caravaggio tomó el cuerpo de Cristo de La Piedad de Miguel Ángel, cuyo recuerdo aparece reiteradamente en la obra del lombardo. Por otra parte, se han señalado también en ocasiones diversas vínculos entre la manera en que se dispone el cuerpo sin vida de Cristo, con relieves clásicos.

Sin embargo, Caravaggio reelaboró todos los estímulos precedentes, en una obra que tanto desde el punto de vista iconográfico, como religioso, es totalmente nueva.

La pintura fue requisada en 1797 por el ejército napoleónico con la intención de integrarla en el museo Napoleón de París, siendo restituida a Roma en 1817, momento en que entró en la Pinacoteca Vaticana.

La Palabra hecha imagen. Pinturas de Cristo en el Museo del Prado

Compuesto por trece obras maestras del Museo, a las que se une La obra invitada El Descendimiento de Caravaggio, el recorrido temático “La Palabra hecha imagen. Pinturas de Cristo en el Museo del Prado” invitará al público visitante a ver de una forma distinta pinturas de Rubens, El Greco, Velázquez, Zurbarán o del pintor anónimo castellano autor de los murales de Santa Cruz de Maderuelo.

Su objetivo será profundizar sobre el contenido religioso de estas obras y al mismo tiempo hacer hincapié en las soluciones artísticas que los pintores han empleado a lo largo de los siglos para problemas iconográficos específicos.

A través de esta selección de pinturas, el itinerario pretenderá dar forma visual a algunas de las descripciones metafóricas que de Cristo se dan en los evangelios, sobre todo el de san Juan (El Buen Pastor; La Luz del Mundo; Camino, verdad y vida; y también Agnus Dei, Rex maiestatis, y Salvator mundi), para así permitir al visitante reflexionar simultáneamente sobre cuestiones religiosas y artísticas.

Reordenación en el museo

Por otra parte, el 18 de julio el museo del Prado ha presentado uno de los hitos más importantes de su plan de reordenación de Colecciones con la reapertura de su Galería central, el espacio más emblemático del Museo, y las salas adyacentes de pintura española y flamenca de la primera planta.

De esta manera, el visitante se encontrará con importantes cambios en cuanto a la disposición de las colecciones y queda así articulado el nuevo discurso expositivo de la Colección en las dos plantas principales del Museo, con Velázquez en el centro de las dos grandes tradiciones pictóricas europeas, la italiana y la flamenca.

El Descendimiento. Michelangelo Merisi da Caravaggio. Ciudad del Vaticano, Museos Vaticanos

El Descendimiento. Michelangelo Merisi da Caravaggio. Ciudad del Vaticano, Museos Vaticanos

Otro Descendimiento espectacular, el de Roger van der Weyden, en el museo del Prado

Otro Descendimiento espectacular, el de Roger van der Weyden, en el museo del Prado

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