Foncastín, a 7 de julio de 2014
El potro de Foncastín fue construido a partir del año 1945 por la gente que tuvo que venir de Oliegos (pueblo desparecido bajo las aguas del embalse de Villameca en León) para continuar con sus costumbres y actividades y poder herrar y curar al ganado vacuno y las caballerías.
Una vez que se dejó de usar, el potro quedó abandonado en su rincón y el paso del tiempo y la desidia, lo estaban convirtiendo en un esqueleto comido por la carcoma.
A finales del año 2012, un grupo de personas se pusieron manos a la obra para evitar que se perdiera definitivamente. Con más voluntad que técnica y con más ilusión que medios económicos fueron implicando a más gente para que con sus ideas y su trabajo altruista hacer posible dicha rehabilitación.
El objetivo principal de este grupo para la restauración del potro fue la conservación de una estructura tradicional del pueblo del que provenían, y que nuestros mayores tuvieron que construir inevitablemente, puesto que en la zona donde se ubicaron, Foncastín, ni se utilizaba ni era conocido su uso.
En las imágenes, estado en el que se hallaba el potro, y la nueva imagen del mismo.
Por Teresa Pérez Alvarez