Por Moncho Trigo
La Asociación, en colaboración con los representantes italianos del Comune de Fondo y Escuela de Cles y por parte portuguesa de la Associaciao dos amigos do Caminho de San Tiago do Norte de Portogallo están trabajando para la celebración de un Congreso Internacional en el pueblo italiano, en Julio de 2.006, coincidiendo con la rememoración de la peregrinación que sus habitantes realizaron a finales del siglo XV.
El pequeño pueblo de Fondo se encuentra situado en un paso natural en los Montes Dolomitas en el valle de Non, en la región del Trentino italiano muy cerca de Austria. En los años cincuenta y sesenta del pasado siglo pasado, un grupo de estudiosos y amantes de su pequeño pueblo, vieron como los frescos medievales que decoraban sus calles estaban perdiéndose definitivamente por la erosión climatológica, lo que significó el redescubrimiento y recuperación de una tradición jacobea que tiene su raices en un hecho historico ocurrido en el s XV.
Cada año se celebra en Fondo una representación histórico-cultural “En el Camino de Santiago de Compostela”. Un recorrido itinerante a través de las calles del pueblo, que rememora los episodios más significados de la peregrinación votiva de los habitantes del lugar, que salieron indemnes de la peste, y realizaron a finales del siglo XV un recorrido hasta Santiago de Compostela.
Habían partido de lejos, muy lejos, de un perdido valle alpino castigado por la peste. Ellos se habían librado de milagro. Si, por milagro, ellos estaban convencidos, por la preciosa intercesión de Santiago la peste había respetado sus familias. Y Santiago se merecía una recompensa: los más jóvenes, los más fuertes, los más aguerridos se dirigirían a pie como peregrinos a Santiago de Compostela, a rendir homenaje a la tumba del santo.
Atravesaron grandes llanuras, caudales impetuosos, desbordados por el temporal. Más de la mitad del recorrido estaba ya cubierta, pero quedaba aún un imponente obstáculo a superar: los Pirineos, con la augusta y peligrosa cumbre de Roncesvalles.
En la aterrorizada mente de los perregrinos se acercaban, amenazantes, los recuerdos del pasado: historia y leyenda se entremezclaban para generar un escenario de temor. Pero los Pirineos fueron atravesados sin daño y al final Compostela, la meta deseada, fue alcanzada entre cantos de alegría y plegarias de agradecimiento.
Estas son unas evocaciones en las cuales los habitantes de Fondo descubren ciertamente el sentido de la comunidad, capaz de ofrecer lo mejor de si misma en una empresa de creación y esfuerzo colectivos. En la fiesta de Santiago, Fondo recuerda que el apóstol, de acuerdo con la tradición, preservó a siete familias del pueblo de la peste que asolaba estas tierras en los pasados siglos. En señal de agradecimiento, estas familias pintaron al fresco en sus casas la imagen del santo (aún hoy bien visibles, gracias a los trabajos de restauración) y se encaminaron como peregrinos a la tumba del santo, a Santiago de Compostela en Galicia.
Y cada año, el 24 de julio, Fondo rememora la peregrinación, mediante una representación itinerante, a lo largo de los rincones más sugerentes del pueblo.
La fiesta es preparada meticulosamente con la participación de todos los habitantes y de las asociaciones de voluntarios: se recuperan textos y composiciones musicales antiguas, se confeccionan vestidos de época, se vuelven a preparar recetas de otra época, se ponen en valor elementos que han permanecido invariables al paso de los siglos. El encanto de la celebración, que cada año atrae a un mayor número de turistas, no conoce el paso del tiempo, acaso porque la búsqueda de las raíces tiene la virtud de hermanarnos, incluso en este mundo nuestro ahora desencantado.
Imagen del pueblo de Fondo, de histórica tradición jacobea
Un momento de la representación anual de la peregrinación a Santiago, en Fondo.