¡Ojo! ¡Peligros para el Camino!

Se ven afectados aquellos valores tradicionales que, a lo largo de la Historia y hasta finales del siglo XX, han motivado a millones de personas de todo el mundo a recorrer los Caminos peregrinando a Compostela

Moncho Trigo, destacado colaborador de guiarte.com, hace un balance de cómo esta yendo el peregrinaje, con aspectos positivos y , por desdicha, otros muy preocupantes.

“Empezamos por contar la evolución de las “compostelas”, desde los años ochenta. Fueron así:

1985/86- 2.491 -
1987 - 2.905 --
1988 - 3.501 --
1989 - 5.760 --
1990 - 4.918 --
1991 - 7.274 --
1992 - 9.764 --
1993 - 99.436-
1994- 15.863-
1995 - 19.821-
1996 - 23.218-
1997 - 25.179-
1998 - 30.126-
1999 - 154.613-
2000 - 55.004-
2001 - 61.418-
2002 - 68.952-
2003 -74.614-
2004 -179.944-
2005 - - --

- En estos últimos 3 años ha continuado la evolución al alza de todos los Caminos a Santiago, con un significativo aumento, año tras año, del número de peregrinos, y de infraestructuras, especialmente en el conocido como “Camino Francés”, donde en este periodo se han producido más novedades y destrozos, que en todos los años anteriores.

En lo referente al número de peregrinos, las previsiones para este año de 2005 apuntan a que se expedirán aproximadamente unas 90.000 Compostelas. Evolución y datos que a priori deberían ser positivos, no lo son tanto, en cuanto que por esa gran afluencia, se están modificando y perdiendo los valores tradicionales que mantenían las rutas de peregrinacion a Compostela.

En su momento, una de las novedades más sorprendentes, había sido la decisión de cobrar a los peregrinos en el albergue de la Colegiata de Roncesvalles, abandonando así la tradición hospitalaria de la acogida mantenida a través del Donativo. Pero al parecer no ha sido más que el arranque de una nueva tendencia que amenaza extinguir la tradicional Hospitalidad Jacobea.

En el Camino Francés ya son más de 170 los refugios y albergues que los peregrinos tienen a su disposición, con un aumento significativo de los denominados “Albergues Privados”, que compiten con algunos Municipales o de Asociaciones que eufemísticamente sólo cobran el “donativo voluntario, pero… eso sí debidamente cuantificado en euros”.

Cada vez son menos los Refugios y Albergues que dan acogida al peregrino manteniendo la tradición hospitalaria, sustentada a través del Donativo. El nuevo responsable del Xacobeo en Galicia, entidad que ahora depende de la Consejería de Agricultura y Turismo, ya ha anunciado que, a partir del próximo año, en todos los albergues dependientes de la Xunta de Galicia se cobrará una cuota simbólica de entre 5 y 10 euros. Aunque lo más preocupante, a tenor de todas las informaciones recogidas estos días en la prensa gallega, es la intención de algunos alcaldes de efectuar "reservas" en los albergues, lo que acabaria de desvirtuar definitivamente el espíritu de acogida. Es de esperar que impere el sentido común y que se impongan las tesis del veterano alcalde de Portomarín, que ya colaboraba con Elías Valiña, y que tal cosa no se lleve a cabo.

Una gran oferta de alojamientos, que aunque puedan resultar insuficientes en algunos momentos puntuales, se prevé excesiva para su mantenimiento como permanente en el tiempo. Estos establecimientos no dejan de ser una economía sumergida que en su mayoría carecen de los pertinentes permisos o licencias de apertura, y en los que no se respetan las Credenciales ni los aforos, o se sirven menús a unos precios abusivos, y que dudosamente reúnen las mínimas condiciones de seguridad e higiene.

La buena acogida, el respeto al peregrino, no sólo se basa en "venderle" una lavadora o una máquina de refrescos, o una secadora. El respeto y la buena acogida pasan por ofrecerle sencillez, una mano tendida y unas buenas condiciones de seguridad. Hay albergues que son todo un polvorín (instalaciones eléctricas deficientes, dejadez en la observancia de las precauciones mínimas de seguridad e higiene). Sería deseable, que estas situaciones se regularizaran cuanto antes, sin haya que esperar, como siempre, a que suceda alguna trágica desgracia; todavía tenemos en el recuerdo la terrible desgracia acaecida este año en Castellón, en manos de todos está que hechos como ese no se den jamás en los Caminos a Santiago.

Prácticamente en todos los pequeños pueblos por los que discurre el Camino, se ha producido también un significativo aumento de los establecimientos de hostelería y servicios que, con unas expectativas legítimas, aunque en ocasiones desmesuradas, provocan que los peregrinos tengan que sufrir en sus bolsillos las consecuencias de la picaresca y sus tretas, que generalmente acaban derivando en auténticos abusos, cuando no en estafas.

El desembarco estos últimos años de las Administraciones Públicas, con una inexistente sensibilidad Jacobea, aplicando sobre el Camino unas campañas y unas actuaciones como si de otro producto turístico más se tratara, realizando inversiones millonarias en proyectos absurdos y desleales para con la iniciativa privada (especialmente en las áreas rurales); mientras que una gran parte del patrimonio cultural se encuentra sumido en el abandono más absoluto, como por ejemplo es el caso del monasterio de San Juan de Ortega.

Actuaciones políticas éstas, que no han contribuido a mejorar en nada el panorama jacobeo, ni el bienestar de los pueblos por los que discurren los Caminos, a no ser que su objetivo sea el despilfarro de los dineros públicos, como por ejemplo con el proyecto “I-ultreia”.

Proyecto que con un presupuesto superior a los 600.000 euros ha dotado de ordenadores e Internet a todos los albergues de Castilla y León, incluidos los privados, con la única excepción del Refugio Tradicional de la Asociación Amigos de los Refugios de Castrojeriz. Ordenadores que, en muchos casos “ya han volado”, o están ya deteriorados sin haberse estrenado. O provocando en algunas ocasiones, situaciones incoherentes como la del albergue de Manjarín, que tiene ordenador y acceso a Internet pero, en cambio, no dispone de agua corriente, entre otras necesidades más elementales para los peregrinos.

A ver si, por cierto, el nuevo gobierno de Galicia tiene en cuenta que además de los albergues de peregrinos, existen también los trazados de esos Caminos que a ellos llevan, y tienen el entendimiento suficiente para revisar el proyecto de la autovía A-54 Santiago–Lugo. Ya que hasta el momento, su construcción amenaza hacer trenzas con el Camino Francés y con las leyes que protegen su trazado. Hasta ahora únicamente la Asociación Gallega de Amigos del Camino de Santiago (AGACS) ha tenido la decencia de actuar en su defensa, teniendo que presentar las correspondientes alegaciones al trazado proyectado de la citada autovía en el tramo entre Labacolla-Arzúa e interponiendo un contencioso ante la Audiencia Nacional. También está preparando en estos momentos las alegaciones para el trazado del tramo Arzúa–Lugo; un gran esfuerzo para conseguir que al menos, la construcción de la citada autovía tenga el menor impacto posible sobre los trazados del Camino.

Todas estas actuaciones están contribuyendo a una desvirtuación del Camino, y provocando la pérdida de aquellos valores tradicionales que, a lo largo de la Historia y hasta finales del siglo XX, han motivado a millones de personas de todo el mundo a recorrer los Caminos peregrinando a Compostela.

Mientras todo esto sucede, es lamentable la pasividad e incompetencia de las Asociaciones Jacobeas y de Amigos del Camino (salvo algunas loables y raras excepciones) parecen estar más dedicadas a conseguir subvenciones, que a defender aquello que motivó e impulsó su creación.

Así que, visto lo visto, si nadie lo remedia, parece que no cejarán en su empeño hasta conseguir que los Caminos a Santiago del siglo XXI se conviertan en unos gigantescos “Parques Temáticos” patrocinados por la Disney, o la Warner. Incluyendo, para una mejor ambientación, plagas de pulgas y chinches como las registradas este año en Navarra; y en donde a sus visitantes/peregrinos les dé igual que el fin de llegar a Compostela sea abrazar al Santo Apóstol, a Mickey Mouse, o al mismísimo Bugs Bunny .