28 de agosto de 2012
Según señala el National Snow and Ice Data Center (NSIDC), la superficie de hielo ártico alcanzó el 26 de este mes de agosto los 4,10 millones de kilómetros cuadrados, 70.000 por debajo del mínimo histórico de septiembre de 2007, cuando fue de 4,17 millones de metros cuadrados.
La superficie deshelada crecerá aún más, por el efecto del calor del verano, hasta mediados de septiembre, según suele comprobarse en las mediciones periódicas de esta entidad estadounidense, que calcula los datos mediante registros tomados por satélite, cada cinco días.
Esas mediciones se realizan desde 1979, apreciándose una progresiva reducción de la superficie helada, en una línea que no parece estar corrigiéndose, sino todo lo contrario.
Los datos tomados muestran que el total del hielo ártico se ha reducido en su conjunto un 3 por ciento cada diez años. Esta situación genera novedades como las recientemente publicadas que daban noticias del deshielo masivo en Groenlandia u otras como la creciente navegabilidad del Ártico, lo que sin duda hará crecer el interés económico del norte de los países escandinavos y de Siberia.
Este deshielo afectará también a otros ámbitos de la tierra, según los especialistas, provocando fenómenos climáticos más extremos, aparte de los daños a unos ecosistemas que están experimentando mutaciones rápidas, con lo que podría generarse un bajón súbito de poblaciones de focas, osos polares, etc.
Los especialistas aluden también, en su mayoría, al origen del fenómeno, que vinculan al masivo consumo de combustibles fósiles, tema en el que también inciden organizaciones ecologistas.
Greenpeace afirma que el origen humano del cambio climático que estamos viviendo está fuera de toda duda, y recuerda que los informes de los expertos de Naciones Unidas recomiendan reducir drásticamente las emisiones para alcanzar niveles cercanos a cero a mitad de siglo.
La principal causa del aumento de las emisiones en la historia moderna es la quema de combustibles fósiles para la producción de energía, en este sentido, la organización lamenta que sea precisamente la influencia de las grandes compañías del sector la que impida poner freno a esta crisis.
Esta organización está realizando acciones pacíficas en el Ártico desde el pasado viernes, cuando seis activistas, incluido Kumi Naidoo, director ejecutivo de la organización, subieron a una plataforma de la empresa energética rusa Gazprom, la primera perforación permanente en las aguas del Ártico.
Plataforma petrolífera en el mar del Norte y uno de sus barcos de apoyo, en junio de 2004. Los expertos dicen que el consumo de combustibles fósiles aviva el calentamiento. Nick Cobbing / Greenpeace
Un enorme iceberg de 36 metros de alto, en Kane Basin, Groenlandia. A estos agujeros los glaciólogos los llaman "Rothlisburger channels". Nick Cobbing / Greenpeace
Mapa del deshielo, según National Snow and Ice Data Center