Sevilla, 12 de abril de 2012
El Museo del Prado, la Fundación Focus-Abengoa y la Dulwich Picture Gallery de Londres han presentado esta mañana en Sevilla la exposición “Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad”. La muestra, que podrá visitarse a partir del 26 de junio en El Museo del Prado, y a partir del 11 de octubre en el Hospital de los Venerables de Sevilla, se centra en el creativo dinamismo de la relación entre Murillo y Justino de Neve, que generó un conjunto de pinturas de extraordinaria belleza y calidad, todas de las últimas dos décadas de actividad del artista.
Compuesta por casi 20 pinturas, grandes encargos y retratos, así como alegorías y pinturas de devoción, la muestra “Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad” estará organizada en varios apartados: el Autorretrato del pintor se muestra junto con el retrato de 1665 de su amigo y mecenas (ambos de la National Gallery de Londres); luego se reúnen las obras concebidas para la iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla (Prado, Louvre y Faringdon Trust, Buscot Park, Oxfordshire); las obras hechas para la Catedral y el Hospital de los Venerables Sacerdotes (el gran Bautismo de Cristo de la Capilla de San Antonio, y la Virgen y el Niño distribuyendo pan a los saerdotes hoy en el Museo de Budapest) y las pinturas realizadas para la colección personal de Justino de Neve, entre ellas las tres pequeñas obras devocionales realizadas sobre obsidiana mexicana que se juntan por primera vez desde el siglo XVII, y una miniatura sobre cobre, recientemente identificada como obra del maestro sevillano. Cinco obras han sido restauradas en el Prado para esta exposición: tres propias, una de la Catedral de Sevilla y otra del Faringdon Trust.
Justino de Neve (1625-1685), nacido en Sevilla de familia flamenca, fue ordenado presbítero en 1646 y fue nombrado canónigo de la Catedral de Sevilla en 1658. Hombre culto y enérgico, su amistad con Murillo desde por lo menos el principio de la década de los sesenta fue clave para que el artista obtuviese alguna de sus comisiones más importantes: la decoración de la iglesia de Santa María la Blanca (1664-1665), la decoración de la Sala Capitular de la Catedral (1667-68) y el remate del retablo de San Antonio (con el Bautismo de Cristo) en la capilla del santo (1667-68). Además, Justino de Neve encargó al pintor varias obras para su fundación para presbíteros jubilados, el Hospital de los Venerables Sacerdotes, y tuvo en su propia colección algunas de las obras más excepcionales del artista. Murillo pintó su retrato en 1665 (National Gallery, Londres) –presente en la exposición- como prueba de su amistad, añadiendo la inscripción “obsequium desiderio pingebat” (pintado con el deseo de regalarlo), y le nombró ejecutor de su testamento en 1682.
Jesús Niño repartiendo pan a los sacerdotes. Bartolomé Esteban Murillo