El origen de la carta es tan antiguo como el de la escritura, según demuestran diferentes testimonios epistolares de Mesopotamia y el antiguo Egipto, por no hablar de la importancia que el género tuvo en el mundo clásico. No obstante, sin olvidar esos antecedentes y aún menos su desarrollo en época medieval, es indiscutible que a partir del siglo XVI la carta se convirtió en un medio de comunicación amplio y generalizado. A ello contribuyó, por un lado, la mayor alfabetización de la población, el desarrollo de las escuelas y, por supuesto, del correo; y, por otro, la movilización general de ciertos sectores de la sociedad, ya sea por las guerras, las misiones diplomáticas, los viajes de eruditos o la emigración a América, situaciones que desencadenaron la necesidad de comunicarse mediante cartas.
La exposición Me alegraré que al recibo de esta. Cinco siglos escribiendo cartas, recorre la historia de las misivas entre los siglos XVI y XX. La muestra analiza en cinco vitrinas la evolución de la carta y otros productos similares, como puede ser la tarjeta postal.
El itinerario gira en torno a dos ejes: en el primero, se muestra el desarrollo cronológico, con misivas de la época moderna, la democratización del sector en los siglos XIX Y XX, la correspondencia de escritores y escritoras, la llamada “república de las letras” y la evolución de la tarjeta postal. Un segundo eje se refiere a los manuales epistolares en esos cinco siglos. Se podrán contemplar cartas de Quevedo, Santa Teresa, Zorrilla, Moratín, Valle Inclán, Alfonso XIII, Pablo Iglesias y María Teresa León, entre otras.
En palabras de su comisario, Antonio Castillo Gómez, Profesor Titular de Historia de la Cultura Escrita en la Universidad de Alcalá, “la exposición, a través de los fondos de la BNE, presenta una aproximación a la historia de la carta y de las prácticas epistolares. Se trata de mostrar cómo ha evolucionado la escritura de misivas y de otros productos similares, como puede ser el caso de las tarjetas postales. Teniendo en cuenta que en la historia de la comunicación epistolar se produce un desarrollo notable en el siglo XVI, partimos de ahí y acabamos a mediados del XX".