México, octubre de 2009
Josep Renau mantuvo una presencia especialmente intensa en la cultura artística de la Segunda República, tanto a través de la amplia diversidad de su producción plástica como con sus escritos de carácter teórico y crítico. Pero también con un compromiso político explícito y militante. De hecho, fue el impulsor de intensas polémicas acerca del papel del artista y el intelectual en los procesos revolucionarios que siguen constituyendo un punto de referencia historiográfico inexcusable.
A través de 250 obras la muestra pretende rendir un merecido homenaje y contribuir a restituir la figura de Renau al lugar que le corresponde en la memoria colectiva. Su producción abarca casi todos los géneros de la expresión visual contemporánea, desde pinturas de caballete a fotomontajes, mostrando una prodigiosa versatilidad sintonizando siempre con las diferentes tendencias estéticas de los sucesivos momentos históricos que le tocó vivir. Por ello, a través de la obra de Renau nos embarcamos en lenguajes visuales que recorren territorios estéticos que van desde el Art Déco y el surrealismo de cuño telúrico hasta el constructivismo, pasando por la Nueva Objetividad, la figuración geométrica o los diversos modos estéticos que utilizó el Agit-Prop de su tiempo. A todo esto hay que añadir su enorme habilidad para utilizar los instrumentos del diseño gráfico como vehículo de comunicación de masas.
Pero la exposición no sólo conmemora al artista y al diseñador gráfico, sino también a quien con su escritura polemizó sin descanso, descendiendo siempre en estratégico picado sobre momentos especialmente cruciales de nuestra historia cultural. Y, muy especialmente, a quien afrontó responsabilidades políticas en tiempos de crisis con una brillantez que difícilmente ha vuelto a ser igualada. El pabellón español de la Exposición Universal de París de 1937 y sus excepcionales contenidos, el salvamento del tesoro artístico español amenazado por los bombardeos de los sublevados o la creación del Consejo Nacional de la Música y la Orquesta Nacional son tres referentes titánicos del apenas año y medio que permaneció en el cargo de director general de Bellas Artes.
Esta muestra fue inaugurada en Valencia en el año 2007, centenario del nacimiento del artista. Desde entonces, la exposición se ha expuesto en Madrid, Sevilla, Las Palmas y Zaragoza. Ahora y gracias a la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España, SEACEX, inicia su periplo internacional en México, país que acogió al artista durante la primera fase de su exilio.
Para su presentación en México, se ha ampliado la presencia de la obra realizada durante su exilio en este país entre 1939 y 1957. Esta aportación está compuesta por pinturas sobre caballete, obra gráfica de diversa índole, carteles cinematográficos y abundante documentación sobre las dos grandes empresas de pintura mural acometidas en México por Renau: la decoración del Sindicato Mexicano de Electricistas y la del Casino de la Selva de Cuernavaca.
Ciudad de México (México)
Centro Cultural Universitario Tlateloco
13 octubre 2009 - 10 enero 2010
Josep Renau: Conformismo y Cultura
Josep Renau: Conformismo y Cultura
Josep Renau: Conformismo y Cultura