Madrid, 21 de enero de 2016
El museo del Prado ya contaba anteriormente con otra de las monumentales obras del artista florentino, la Anunciación, una obra de extraordinaria elegancia, colorido y geometrías.
La incorporación de La Virgen de la Granada, anunciada ahora, implica el reforzamiento de la presencia de Fra Angélico en la colección de la gran pinacoteca madrileña. Esta operación se completa con la donación personal por parte del duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, de otra importante tabla cuyo reciente estudio por parte del Museo del Prado también atribuye a Fra Angélico.
Según informa el Museo del Prado, la financiación de la adquisición en dieciocho millones de euros, a lo largo de los próximos cuatro años, será respaldada con un crédito extraordinario de diez millones de euros por parte del Estado, una contribución excepcional de la Fundación Amigos del Museo del Prado por importe de cuatro millones de euros y otros cuatro millones correspondientes a fondos propios del museo. 
En la misma reunión se ha aceptado la propuesta de donación de Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, XIX Duque de Alba de Tormes, de otra importante tabla florentina, una predela con el tema de la muerte de San Antonio Abad, cuyo reciente estudio ha permitido su atribución también a Fra Angélico.
Las dos obras, adquiridas en Florencia en 1817, respondiendo al interés coleccionista de Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, XIV duque de Alba, a quien se debe la presencia de las mismas en España formando parte desde entonces del patrimonio de la Casa de Alba.
El actual Duque de Alba ha declarado que “la Fundación Casa de Alba se siente muy orgullosa de entregar al Museo del Prado estas auténticas joyas del arte europeo, reunidas y conservadas durante dos siglos por nuestra familia, para que a partir de ahora puedan ser disfrutadas por todos los españoles y los amantes del arte de todas partes del mundo que se acercan con admiración a nuestro principal museo nacional”.
Guido di Pietro, llamado Fra Angélico ( 1390 - 1455) simultaneó su vida de fraile dominico con su consumado trabajo de pintor, volcado siempre en temas de gran religiosidad que pintaba siempre tras rezar y a veces con lágrimas de emoción. 
La Madonna de la granada es una obra extraordinaria pintada en la Florencia de principios del siglo XV, y era una de una de las poquísimas obras maestras del autor en manos privadas, pues desde que la pintura del Quattrocento italiano empezó a suscitar el interés de críticos y aficionados a principios del siglo XIX, se convirtió en codiciado objeto de deseo de museos y coleccionistas. Esta circunstancia, añadidas al buen estado de conservación, otorga a la Madonna de la Granada una importancia excepcional.
Guido di Pietro da Mugello ingresó hacia 1420 en el convento dominico de San Domenico en Fiesole. La mayoría de su producción desde entonces estará ligada a los dominicos, empezando por el convento en Fiesole, para el que pintó, entre otras, la Anunciación del Museo del Prado (1425-1426). Esta obra delata el impacto en Angelico de las innovaciones volumétricas y de perspectiva de Massaccio. También lo hace la Madonna de la granada, que la historiografía data a continuación de la Anunciación del Prado, y en la que resuenan nítidos los ecos del altar de Sant’Anna Metterza de Masaccio para San Ambrosio (1423-24).
La Madonna de la granada forma parte de una serie de Vírgenes con Niño que Fra Angelico pintó en la década de 1420 y que delatan su progresivo dominio de la anatomía, la luz y el espacio, y entre las que figura también la Virgen de la humildad del Museo Thyssen. 
La Madonna de la granada toma su nombre del fruto que sostiene la Virgen y atrae la atención de su hijo, que la toca. En este contexto, la granada tiene un doble significado: en manos de la Virgen alude a su castidad; al tocarla el Niño Jesús, prefigura su muerte y resurrección. Esta iconografía disfrutó de gran predicamento en la Florencia del siglo XV, atrayendo a pintores como Sandro Botticelli o Leonardo da Vinci. Se ignora para quien fue pintada la obra, pero sí se puede asegurar que se trató de un encargo excepcional dada la extraordinaria calidad de los materiales utilizados en su realización.
Destaca sobremanera la abundancia de oro, no sólo en áreas visibles, como el paño de honor, también como base para el suelo con hierba donde se asientan las figuras.
Madonna de la granada. Detalle. Fra Angélico. 1426.
Virgen con el Niño y dos ángeles o Madonna de la granada y Funeral de San Antonio abad de Fra Angélico. Foto © Museo Nacional del Prado.
Madonna de la granada. Detalle. Fra Angélico. 1426.
Funeral de San Antonio abad. Fra Angélico. 1426-30.