Gland (Suiza) 11 de enero de 2016
Con su pico negro, sus plumas grises y su cola roja, el loro gris, conocido también como yaco está siendo objeto de un tráfico ilícito porque es un grato animal de compañía. En consecuencia, el comercio ilegal lo está diezmando.
World Wildlife Fund (WWF), Fondo Mundial para la Naturaleza, ha informado que en Ghana, en las dos últimas décadas, la población de loro gris se ha reducido en más de un 90 por ciento.
Aparte del comercio, también pesa en ese triste destino la reducción general de los bosques, el aprovechamiento de la madera y las prácticas silvícolas.
El análisis se ha publicado por un equipo de investigadores de Ghana y el Reino Unido asociado a la Universidad Metropolitana de Manchester y BirdLife International, y financiado por la Fundación Loro Parque de Tenerife.
La disminución de la población del loro gris se evidencia por la pérdida casi total de los principales refugios conocidos en 1992. Otra evidencia es la reducción de las tasas de encuentro de aves observadas en el 1990 en comparación con 2014, a una décima parte.
El estudio ha incluido visitas a refugios que tenían hasta un máximo de 1.200 loros hace 20 años, y donde ahora sólo hay un puñado de ellos, dijo Nathaniel Annorbah, estudiante de Ghana, graduado por la Universidad Metropolitana de Manchester y autor principal del artículo científico publicado en Ibis, una revista internacional de la ciencia aviar.
Jafet Roberts, de la sociedad de Ghana para la Naturaleza (GWS, entidad vinculada a WWF en Ghana) ha mostrado la decepción por la evolución de esta ave y ha mostrado la determinación de su entidad y sus socios por detener y revertir el colapso catastrófico de los loros grises de Ghana
La situación de loro gris no sólo es sombría en Ghana sino en la mayor parte de la región de África Occidental por lo que se piden medidas para descartar todo el comercio de esta especie en la región.
Los autores entienden que hay que modificar la clasificación de los loros grises en la Lista Roja de la UICN y promover el apoyo de la CITES para controlar planes de gestión, controlando el comercio y las poblaciones de loros en los países del África ecuatorial.
Inteligentes, habladores, propicios a la depresión si se sienten solos… los loros grises son amados por el ser humano que encuentra en ellos una compañía real. Pero estos no sobrevivirán si el hombre sigue capturándolos en gran número, impidiendo con ello el mantenimiento de un nivel reproductivo.
En Ghana, la población de loro gris se ha reducido en más de un 90 por ciento en 20 años. ©Reto Kuster/ WWF
Las grandes bandadas de este pájaro gregario, han desaparecido prácticamente. ©Reto Kuster/ WWF