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El arte y la Gran Guerra

Madrid, diciembre 2008
El comisario de la exposición Javier Arnaldo, conservador del Thyssen, ha contado con 222 obras, llegadas de 16 países, para mostrar cómo en el periodo inmediatamente anterior al estallido de la guerra de 1914 coincidió con el de máxima vitalidad de los movimientos de vanguardia, y la manera de comportarse estas vanguardias ante el conflicto. La muestra, que podrá visitarse en Madrid hasta el 11 de enero de 2009, nos trae a algunos de los máximos representantes de los movimientos de vanguardia -cubismo, expresionismo, futurismo, vorticismo, primera abstracción...- entre los años 1913 y 1918, con el drama de la Primera Guerra Mundial como telón de fondo.

Klee, Kandinsky, Marc, Schiele, Brancusi, Chagall, Nolde, Balla, Goncharova, Léger, Severini, Grosz, y otros más, hasta un numero de 68 autores, permiten ver cómo fue la relación entre el arte de vanguardia y la Guerra de 1914 y sus diversas implicaciones: cómo el tema de la guerra aparece en la obra de muchos de estos pintores, cómo el arte se convierte en algunos casos en divisa visual del belicismo o, por el contrario, en denuncia ante el horror de la contienda, cómo trabajan los artistas movilizados en el frente, la adaptación de los nuevos lenguajes artísticos como instrumento de propaganda, o cómo el arte de vanguardia asumió también en ocasiones una misión profética frente a la crisis.

MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA:
En trece capítulos se recorre el panorama artístico internacional de los años 1913 a 1918, iniciándose con el epígrafe “El oscurecimiento del mundo”, con obras de Franz Marc, Otto Dix y Schiele, realizadas en los años inmediatamente anteriores a la Gran Guerra, que ofrecen una visión fatalista del mundo

En “la segunda visión” se reincide en el arte como medio de anticipación de la realidad y como promesa de liberación de valores espirituales, con obras del 1913, de Epstein, Brancusi, Souza Cardoso, etc. que responden explícitamente a la capacidad del arte de anticipar acontecimientos lejanos o futuros.

El tercer epígrafe, Los últimos días de la humanidad, se muestran trabajos expresionistas, apocalípticos... con obras de los expresionistas Ludwig Meidner y Jacob Steinhardt, creadores del grupo "Die Pathetiker", junto a lienzos coetáneos de Feininger, Nolde o Boccioni, que muestran también el tema del pavor Milenarista.

La vanguardia a caballo es el titulo del capitulo cuatro, donde el caballo, se refleja como un icono reiterado para presentar la fuerza, la vanguardia, epígrafe en el que se cuentan también con bellas obras, de, entre otros, Kandinsky.

Canción de Guerra es la quinta etapa de la muestra, donde los cuadros presentan al arte como proclama o rebeldía. Léger, Duchamp, Gleizes... con el idioma pictórico del cubismo como principal punto de partida.

La mecanización y el dinamismo inducido por la máquina en la vida moderna ocupa un lugar central en algunas de las manifestaciones de la vanguardia histórica, principalmente en el movimiento futurista. El estallido de la Primera Guerra Mundial puso al descubierto la fuerza destructora de la máquina. Vórtice destructor agrupa en el sexto capitulo al avance de la máquina, con trabajos de May Ran, Epstein, Dix, Sironi y Severini, de los años 1914 a 1917.

En el capitulo siete, Guerra de las Formas, se reflejan energías en tensión, con la abstracción como forma de expresión, en auge. Giacomo Balla. Marc, Filonov, Kandinsy...

El ocho, Carga de profundidad, tiene obras de Paul Klee, Ossip Zadkine y Marc Chagall, que se ocupan de la realidad de la guerra como circunstancia que expresa la desventura humana e invita a la compasión; la muestra reúne en este espacio una selección de dibujos y acuarelas realizados por estos tres artistas durante la guerra, en los que representan los escenarios de los que fueron testigos directos.

FUNDACIÓN CAJA MADRID:
En caja Madrid, está en primer lugar el epígrafe nueve, Apocalipsis de nuestro tiempo. El tema del Juicio Final, tratado abundantemente por algunos artistas de la vanguardia con anterioridad al estallido de la Guerra Mundial, regresa en los primeros meses de la contienda como alegoría del conflicto bélico. Dos buenos ejemplos son el álbum litográfico de Natalia Goncharova Imágenes místicas de la guerra y la escultura de Barlach El vengador.

Artista y soldado es el epígrafe diez. Entre los numerosos artistas que fueron movilizados al estallar la guerra o que se alistaron voluntariamente, hubo algunos -particularmente del entorno expresionista- que escenificaron en sus cuadros su condición de soldados. La representación del artista-guerrero aparece unas veces - principalmente en los pintores expresionistas- como manifestación artística de una disposición provocadora e incluso pendenciera; otras, el artista se pinta a sí mismo como víctima.

En Cubismo en las trincheras, el arte del frente, el de los apuntes y dibujos realizados desde el escenario de la lucha, documenta la relación más inmediata de sus autores con la guerra, convirtiéndose el frente en un lugar particularmente fértil para la creatividad artística. Lógicamente, la obra reunida en este capítulo es sobre papel y algunos de los artistas movilizados durante la guerra aquí representados son: Guillaume Apollinaire, Fernand Léger, Otto Dix, William Roberts, David Bomberg, Wyndham Lewis, Max Beckmann y un largo etcétera.

En el grupo 12, El estigma de la condenación, se muestra como la guerra de 1914 no fue sólo objeto de representaciones entusiastas, sino también tema de visiones del pavor y de la degeneración de lo humano. Con obra de los expresionistas alemanes, como Erich Heckel, Lyonel Feininger, George Grosz y Ernst Ludwig Kirchner, con escenas eminentemente tétricas.

C´est la guerre. Para terminar el recorrido, se presenta en este último capítulo un conjunto de esculturas y pinturas caracterizadas por su intención de denuncia de la guerra. Son trabajos de procedencia muy diversa: artistas como Lehmbruck, Rouault, Vallotton, Johansen, Permeke, Friesz, etc. pero con un denominador común: se trata en buena parte de obras realizadas en condiciones de exilio efectivo o de exilio interior, y todas ellas tienen una fuerte impronta antibelicista.

Ludwig Meidner. Paisaje apocalíptico, 1913. LWL-Westfälisches Landesmuseum für Kunst und Kulturgeschichte. Westfälisches

Ludwig Meidner. Paisaje apocalíptico, 1913. LWL-Westfälisches Landesmuseum für Kunst und Kulturgeschichte. Westfälisches

Giacomo Balla. Manifestación XX Septiembre, 1915. Collezioni d'arte e di storia della Fondazione Cassa di Risparmio in Bologna

Giacomo Balla. Manifestación XX Septiembre, 1915. Collezioni d'arte e di storia della Fondazione Cassa di Risparmio in Bologna

Ernst Ludwig Kirchner. Autorretrato como soldado, 1915. The Allen Memorial Art Museum, Oberlin College, Oberlin, Ohio. Charles F. Olney Fund, 1950

Ernst Ludwig Kirchner. Autorretrato como soldado, 1915. The Allen Memorial Art Museum, Oberlin College, Oberlin, Ohio. Charles F. Olney Fund, 1950

Franz Marc. Los lobos (Guerra de los Balcanes), 1913. Albright-Knox Art Gallery, Buffalo, (N.Y.) Charles Clifton, James G. Forsyth and Charles W. Goodyear Funds

Franz Marc. Los lobos (Guerra de los Balcanes), 1913. Albright-Knox Art Gallery, Buffalo, (N.Y.) Charles Clifton, James G. Forsyth and Charles W. Goodyear Funds

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