Alfred Sisley es el poeta del impresionismo, un pintor poco conocido para la calidad que posee, y que está siendo reivindicado con una magnífica muestra en la que han colaborado el Museo Thyssen Bornemisza, de Madrid; el de Bellas Artes de Lyon, y el Palazzo dei Diamanti de Ferrara.
Son 72 obras maestras -entres las que se halla lo mejor del pintor- pertenecientes a 54 propietarios de Europa y América, principalmente; una extraordinaria retrospectiva que ya ha sido presentada en Italia, donde 150.000 personas quedaron encantadas de la exposición, según declaraciones del centro Palazzo del Diamanti (Ferrara Arte)
Ahora, la muestra estará desde este mes de junio al l5 de septiembre en Madrid, y pasará luego a Lyon, del 9 de octubre al 6 de enero.
Son comisarias de la muestra Mary Anne Stevens, de la Royal Academy of Arts de Londres, y Ann Dumas, historiadora del arte y especialista en el XIX francés.
Hijo de padres británicos, Sisley nació en París en 1839 y se formó en la capital británica, donde se interesó por las pinturas de Turner y –sobre todo- Constable. Vuelto a Francia estudió pintura y -siguiendo la moda que surgía en aquellos días- empezó a trasladarse a los bosques de Fontainebleau.. aunque su obra tiene una diferencia notable respecto a la escuela de Barbizon: su percepción de la atmósfera y de la luz. La guerra francoprusiana le puso en dificultades económicas en el 1871, por quiebra del negocio de la familia, pero pudo seguir pintando en el entorno de Francia, y más tarde en Inglaterra. Siguió mudando de residencia y país varias veces más, antes de fallecer en Moret-sur-Loing (Francia), en 1899.
Sisley tiene una talla artística muy elevada, que sin duda no se ha destacado más por desconocimiento general; un desconocimiento que en parte debe a su discreción y a la muerte relativamente temprana.
Cantor de la naturaleza Ésta es la primera retrospectiva que se celebra en España sobre el pintor francés de origen británico y en ella se hace un completo recorrido su trayectoria artística, en un auténtico paseo geográfico por los escenarios que visitó y pintó a lo largo de su vida.
Menos conocido que el resto de los miembros del grupo, Monet, Renoir, Pissarro o Degas, está considerado, sin embargo, como el representante de la pureza esencial del impresionismo, a cuyos principios originales se mantuvo fiel durante toda su carrera. Ello se aprecia en obras como "Calle en el pueblo de Marlotte", de 1866, o "La iglesia de Moret", pintada casi treinta años después (1894).
"Alfred Sisley. Poeta del Impresionismo", pretende redescubrir al artista en el contexto de los pintores impresionistas, pero también como uno de los grandes paisajistas de la historia del arte. Asímismo se quiere profundizar en algunos aspectos poco conocidos pero no menos importantes para valorar su obra, como su conexión con la pintura romántica británica o los años finales de su carrera, de 1880 a 1899, etapa hasta ahora analizada muy superficialmente.
El cielo El propio Sisley escribió: ¿Hay algo más impresionante y movido que lo que suele producirse en verano, me refiero al cielo azul son sus hermosas nubes blancas errantes?. ¡Qué movimiento, qué ritmo! ¿Verdad? Produce el mismo efecto que las olas cuando navegas; te excita, te arrastra. Otro cielo, más tarde, el del anochecer. Sus nubes se alargan, adoptan a veces la forma de estelas, de remolinos que parecen inmovilizados en medio del aire, y poco a poco se disuelven, absorbidos por el sol poniente"
Sisley vio las nubes y el agua, y la escarcha. Tal vez el Sisley más impresionante está a partir de los años setenta, cuando pinta paisajes de Marly-le-Roy. Los entornos nevados, los campos de árboles desnudos y surcos llenos de escarcha. y sobre todo las inundaciones de Port-Marly, cargadas de un prodigio de luminosidad.
Mary Ann Stevens, una de las comisarias de la muestra, afirma que "No hay duda de que Sisley se dio cuenta del papel estructural que el cielo podía desempeñar en el paisaje. "Empiezo siempre el cuadro por el cielo", escribió el pintor en una de sus cartas". Es una técnica completamente distinta a las de Monet, Renoir o Pisarro, que lo hacían desde el primer térmico para llegar al fondo del cuadro.
Ann Dumas, la otra comisaria de la muestra destaca su vinculación a Constable: ambos eligieron un reducido territorio de observación, en el que abundaban los paisajes fluviales, y rurales, esclusas, molínos, dársenas, etc. y ambos sacaron belleza de un terruño porque lo conocían a fondo .y lo amaban.