Babel y la sinrazón

Por Tomás Alvarez

Madrid, 10 de octubre de 2012

Como si fuera un bucle que rodea al mundo y al tiempo, la historia de los rascacielos comienza en Oriente Medio, Babel, para llegar de nuevo al Oriente, a Dubái, con la torre Burj Khalifa, de 828 metros de altura.

…Y si la torre de Babel finalizó porque Dios confundió a sus creadores, la torre Burj Khalifa nació porque el mismo Dios confundió a sus impulsores.

La historia de los rascacielos es el relato de una de las empresas llevadas a cabo por el hombre cuando este se deja llevar por mitos y sinrazones. El hombre, en su futilidad, imagina edificios para acceder al cielo, sin percatarse de que cuanto más se eleva más inminente resulta su destrucción. Once años después que el desastre de las torres gemelas mostrase el absurdo de concentrar a miles de personas en edificios que en caso de catástrofe son insalvables, el hombre sigue practicando este tipo de construcciones.

Alguna vez, contemplando la altivez de las edificaciones de Manhattan, no he podido dejar de pensar en la dramática y horrible vejez de ciudades como Nueva York, invivibles en los días de decadencia.

¿Cuál es la razón por la que el hombre emprende este tipo de construcciones desafiantes a las leyes de la razón?

En la muestra de CaixaForum Madrid tendremos algunas respuestas que van desde la atracción del mito a la copia de un modelo como vulgares papanatas. Los rascacielos de la plaza de España de Madrid durante el franquismo o las construcciones desarrollistas de Hong Kong, Taipéi, Singapur o Dubái no son sino esto último, realizaciones llevadas a cabo para mostrar orgullo y emular al “desarrollado” Occidente (Nueva York) tan popularizado a través de la cultura audiovisual. La industria cultural transformó al rascacielos en un artículo de consumo …cuando no era necesario.

La muestra de CaixaForum.

"Torres y rascacielos. De Babel a Dubái" evoca esta fascinación natural que inspiran los edificios a gran altura y recorre el afán humano por construir cada vez más alto. Partiendo del mito de la Torre de Babel —historia bíblica que ha seducido a artistas de todos los tiempos y que representa la pérdida de la escala humana, la utopía fallida, la desmesura—, la exposición nos acerca al mundo de los rascacielos desde perspectivas muy diversas: la historia y el mito, la ingeniería y los desafíos constructivos, la integración en el paisaje, la sostenibilidad y los retos del futuro.

Esta aproximación inédita al mundo de torres y rascacielos a partir de 200 obras entre maquetas, fotografías, entrevistas filmadas, grabados, pinturas, dibujos y proyecciones recala en CaixaForum Madrid repasando la propensión humana a afrontar desafíos imposibles y vencer las trabas materiales desde la antigüedad —con las primeras construcciones elevadas de carácter religioso— hasta la actualidad. Hace hincapié en el triunfo de la escena norteamericana a partir de la segunda mitad del siglo XIX y en la difusión planetaria de los rascacielos desde la década de los setenta del siglo pasado, que ha provocado que hoy día dos terceras partes de los rascacielos más altos del planeta estén ubicados en el Extremo y Medio Oriente.

De Babel a Dubái estará en Madrid del 10 de octubre de 2012 al 5 de enero de 2013, con materiales muy diversos, como pinturas, grabados, dibujos, maquetas, fotografías, entrevistas filmadas y proyecciones. Son en total unas 200 piezas, con préstamos de importantes museos de todo el mundo, entre ellos el de Arte Moderno de Nueva York, el Centro Pompidou y el Museo d’Orsay de París, el Museo del Prado y el de Bellas Artes de Bruselas, así como numerosos estudios de arquitectura de algunos de los nombres protagonistas de los rascacielos más altos construidos en los últimos años.

Para esta exposición se han producido ocho nuevas maquetas a escala 1:200 de algunos de los edificios más singulares de la historia de los rascacielos, como el Home Insurance Building de Chicago, el edificio Chrysler de Nueva York, el edificio de la Universidad de Moscú o la torre Burj Khalifa de Dubái. Las maquetas han sido realizadas en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès (UPC).

El este afán humano por construir cada vez más alto se remonta al mito de la Torre de Babel, desde donde arranca la exposición. En esta historia bíblica, los hombres desafiaban las leyes naturales y el poder divino, y el mito fue una fuente de inspiración para pintores europeos desde el siglo XIII hasta el XIX. Posteriormente, las catedrales de la Europa cristiana, los minaretes de Oriente y las atalayas civiles del norte europeo muestran esta propensión humana a afrontar desafíos imposibles y vencer las trabas materiales.

A partir del siglo XIX, los adelantos de la industria y la confianza en un desarrollo incesante del progreso, ligados al cambio de escala de las ciudades, aceleraron la experimentación en Occidente. Estados Unidos tomó las riendas de estos nuevos desafíos y fue en Chicago, alrededor de 1880, donde se erigieron los primeros rascacielos.

A partir de los años noventa –popularizados por la industria cultural- la expansión se propagó a otras latitudes del planeta. Así, en 2012 dos terceras partes de los grandes rascacielos de obra nueva están localizados en el Extremo y Medio Oriente. El edificio más alto del mundo, la torre Burj Khalifa de Dubái, que alcanza una altura de 828 metros, ilustra elocuentemente este hecho.

ÁMBITOS DE LA EXPOSICIÓN En la civilizada Europa, el mito arraigó menos, aunque en 1889, con motivo de la Exposición Universal de París, cuya misión era celebrar el centenario de la Revolución Francesa y las virtudes de la industria, surgió una torre de hierro emblemática, la Torre Eiffel, bárbara y audaz, que nació como instalación eventual y se consolidó como icono de París.

Durante todo el siglo posterior, Estados Unidos dominará de forma indiscutible el panorama arquitectónico y realiza rascacielos en los que propone el tamaño, en tanto que los decora con el refinamiento europeo: el art deco o el arte de Sert, Picasso o Dubuffet.

En los años cincuenta del siglo XX, la Unión Soviética, copia el modelo… luego llegarán los millares de rascacielos de Oriente: la Jin Mao Tower de Hong Kong, realizada en 1990 por el estudio SOM (421 metros); o de las Torres Petronas de Kuala Lumpur, en Malasia, obra de César Pelli (1998, 452 metros), a la Torre Taipei 101 de C. Y. Lee, en la capital de Taiwán (2004, 509 metros), llevadas a cabo con un evidente ansia de copiar a lo grande para adquirir el prestigio mundial. En 2009, se traspasó un nuevo umbral con la finalización de la Burj Khalifa en Dubái, diseñada por la firma SOM de Chicago. La altura de esta torre, estimada en 828 metros — le confirió el título de rascacielos más alto del mundo. Es el edificio más grande …tal vez la construcción más irracional. Nos lo dirá el tiempo.

La muestra permanecerá en Madrid hasta el 5 de enero de 2013