La vidriera española. Del gótico al siglo XXI, es el título de la exposición. Sesenta y tres obras, que incluyen desde ejemplares del siglo XIII procedentes de la catedral de León hasta las realizadas por vidrieros actuales, forman parte de la exposición antológica, que ha tenido importantes problemas de organización.
Las vidrieras, emplazadas a veces en lugares alejados e inaccesibles, y muy difíciles de manejar para su transporte, han estado excesivamente alejadas de las exposiciones y poco tratadas en los tratados artísticos. Por desdicha, tampoco los museos han valorado suficientemente este arte maravilloso, que emocionó a los hombres desde el medioevo hasta nuestros días, y que contribuye a realzar magníficas edificaciones, desde catedrales a hoteles o centros de congresos.
Catedrales, parroquias, museos y colecciones privadas y públicas han contribuido con sus prestamos a esta muestra. Junto a vidrieras de siglos pasados aparece la creada por Joan Vila-Grau a partir de un detalle escogido por Joan Miró de una de sus pinturas; el San Valeriano (1904) de Antonio Gaudí o el Paisaje industrial Art Deco realizado por la casa Maumejean en 1925 para la escalera de un edificio madrileño, como ejemplo de significativos movimientos del siglo XX.
La vidriera es uno de los componentes esenciales de la arquitectura gótica del siglo XIII. Pero además de ser un elemento determinante de la concepción espacial de la arquitectura y una pieza esencial del programa iconográfico de la catedral, constituye uno de los conjuntos más importantes de las artes figurativas españolas del siglo XIII.
Durante los siglos XIV y XV, la vidriera catalana fundamentalmente discurrió de forma paralela al resto de las artes en cuanto a los influjos italianos y del gótico internacional, apreciables en la pintura, la miniatura y la escultura de la época, contribuyendo con aportaciones plásticas propias de su lenguaje al arte de su tiempo. El siglo XVI verá estas mismas aportaciones en la vidriera española en general, con respecto a la pintura y a los problemas de la imagen religiosa y el manierismo.
Sin embargo, la gran renovación de la vidriera se produjo a través de la valoración de las artes decorativas llevada a cabo por el Modernismo y su presencia en la arquitectura. Fue a partir de entonces, cuando la vidriera se integró en las corrientes renovadoras de su tiempo. Comenzó la experimentación de nuevos tipos de vidrio, técnicas y materiales, así como la integración de nuevos repertorios independientes de los modelos históricos.
En el Modernismo, la vidriera aparece en los más diversos ámbitos de la vida cotidiana, en portales, escaleras, en el interior de las viviendas, así como en los vestíbulos de los grandes edificios y en los salones de casinos, teatros y hoteles.
Durante las últimas décadas del siglo XX, la vidriera, desprendiéndose del tópico de su consideración de arte menor y de arte aplicada, ha pasado a integrarse en el entramado de la renovación artística, entrando a formar parte del conjunto de las artes del que había sido excluida. La vidriera se ha convertido en un arte que, experimentando las posibilidades específicas del lenguaje, ha podido desarrollarse incluso de forma independiente de la arquitectura, a través de paneles autónomos creados como objetos artísticos aislados
La selección realizada por el comisario de la muestra, Víctor Nieto Alcaide, permite apreciar la evolución y realizaciones de los diversos períodos y de algunos de los artistas más destacados de este arte, que se ha visto revalorizado desde el final del siglo XIX hasta nuestros días.
El director de la muestra es premio Nacional de Historia por su libro La vidriera española, ocho siglos de luz y lleva muchos años dedicado al estudio de este arte frágil no suficientemente conocido. Se ama lo que se conoce, por lo que es necesario lograr que sea un arte conocido y llegue a los ciudadanos.
Javier Aguado, director de la Fundación BSCH, destacó la osadía y las dificultades que ha supuesto hacer una exposición de este tipo, para la que han contado con la respuesta maravillosa.
Polémica por las vidrieras leonesas En la reunión de presentación se insistió en el complicado montaje de la exposición y se habló de las protestas expresadas desde el grupo socialista del Ayuntamiento de León por el préstamo de vidrieras de la catedral. El director de la Fundación señaló que se exhiben dibujos que no se encuentran expuestos en León así como paneles que recientemente se han restaurado. Hemos contado con la autorización del Cabildo y de la Junta de Castilla y León, además las obras han sido traídas y colocadas por personas pertenecientes al taller de restauración de la catedral
Pero estos días se ha publicado que la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta en León acordó abrir al Cabildo de la Catedral leonesa un expediente por autorizar el traslado a Madrid de doce vitrales, que forman parte de un bien de interés cultural, sin solicitar el preceptivo permiso.
Este expediente, cuya tramitación tardará de dos a tres meses, puede desembocar en una sanción de hasta 100 millones de pesetas el próximo día 15 de julio.
datos de interés
Lugar: Sala de Exposiciones de la Fundación Santander Central Hispano. C/ Marqués de Villamagna, 3. Madrid
Horario: De martes a sábado de 11,00 a 14,00 y de 17,00 a 21,00. Domingos y festivos: 11,00 a 14,30. Lunes, cerrado
Fechas: 18 de mayo al 14 de julio de 2001
Ejemplos de vitrales antiguos y modernos, de la Catedral de León y Madrid (Banco de España). guiarte.