La Cultura hizo este tres de agosto que Villarmeriel, una localidad leonesa, de la comarca de La Cepeda, con apenas una treintena de habitantes, viese animadas sus calles por un abigarrado número de visitantes de todos los puntos de la provincia de León, para participar en la XXIV edición del encuentro anual de Versos a Oliegos.
Fue un evento cargado de sentimiento, poesía y belleza. Entre 200 y 300 personas participaron en esta cita anual itinerante, surgida en el año 2001, en el entorno del embalse de cabecera del río Tuerto, para cantar a la tierra. Fue este un encuentro en medio de un paisaje de gran hermosura, y en el que se propuso empezar ya a organizar un gran evento ante el próximo 25 aniversario de la convocatoria.
Rogelio Blanco, uno de los que no han faltado a estas citas desde su inicio, propuso en su intervención que el 25 encuentro se celebrase en las mismas ruinas de Oliegos, el pueblo sacrificado hace ya prácticamente ochenta años para la construcción del embalse.
La propuesta fue secundada por Manuel Menéndez, alcalde de Quintana del Castillo, municipio al que pertenecía Oliegos. Este declaró que hay que hacer un esfuerzo especial para que a la cita acuda el mayor número posible de descendientes de aquellos cepedanos erradicados de su pueblo natal hace prácticamente ocho décadas para ubicarlos en una localidad de la Meseta, Foncastín, Valladolid.
La edición de Versos a Oliegos 2024 fue un evento magnífico, presentado por la periodista Thais Lozano, de la TV8 de León, a quien acompañó la también periodista y presidenta de la Casa de León en Madrid, Belén Molleda.
El lugar elegido para el encuentro fue una finca del casco urbano, en cuyos linderos crecían amplios robles cuya sombra contribuyó a aliviar el calor del estío, y donde resonaron los alegres temas del grupo folk cepedano Aires de Perales.
Para el evento, se editó un libro de cerca de medio centenar de escritores, entre los cuales figuraban autores de muchas comarcas de León y otros puntos de España. Entre estos, personas de todo tipo de actividades, algunos noveles y otros ya veteranos, entre ellos el académico José María Merino. Del conjunto, unos treinta subieron al estrado para leer sus creaciones.
Entre los intervinientes de este año también se contó con un veterano autor de Villarmeriel, Germán Suárez Blanco, que participó destacadamente en la edición del libro de los Versos de este año y acudió el encuentro, aunque limitado en su movilidad.
Versos a Oliegos se convocó en 2001, como un encuentro en el que los cepedanos cantaban a la tierra y sus gentes, con el nombre Oliegos, en recuerdo al pueblo arrancado de su enclave milenario. Entre las intervenciones no suelen faltar las referidas al pueblo ausente, sino muchas otras referidas a la marginación de la tierra leonesa, la única región histórica de España a la que se le ha negado el derecho a una autonomía propia. Aunque la gran mayoría de ellas están escritas en castellano, tampoco suele faltar el uso del leonés.
La cita terminó con unas palabras de Saturio Aller, presidente de la Asociación Cultural Rey Ordoño I, organizadora del acto, en colaboración con el Ayuntamiento, la Junta Vecinal, y la Asociación local. Aller valoró como un éxito el desarrollo de la cita y agradeció el esfuerzo de todos: “La permanencia, la originalidad y la calidad de la convocatoria sigue aumentando cada año. Sólo una convocatoria arraigada puede durar un cuarto de siglo”, afirmó.