Salvar la memoria de un monasterio



La Silva, 12 de agosto de 2016
En la zona se ha desplegado en los últimos meses una notable iniciativa de señalización de recorridos y salvamento de lo que queda del monasterio. Tanto Manzanal como Montealegre y la Silva han dado un paso adelante. En la Silva, Miguel Ángel ha hecho una labor admirable, poniendo en valor puntos mineros, artísticos (monasterio de San Juan) y botánico.

Este ocho de agosto, se ha vivido en torno a los restos del monasterio de San Juan, situado en un paraje entre Montealegre y la Silva, una jornada de promoción de la zona, protagonizada por las pedanías citadas y la de Manzanal, abriendo así una cita anual, cada 8 de agosto, que servirá para activar el conocimiento de la historia y el patrimonio. 

El ayuntamiento ha colaborado decididamente en potenciar el atractivo de la zona y ha apoyado la publicación de una monografía sobre el templo románico, obra del catedrático José Alberto Moráis, que se presentó en el marco de otras actividades lúdicas y culturales, en torno a un recinto monacal que ha sido limpiado y adecentado.

Una magnífica jornada en la que también se habló de la minería, con una conferencia de Roberto Matías, otro gran conocedor de la zona, especialmente en lo que respecta a la minería del oro romana. 

En el libro publicado sobre el monasterio se explica que los restos conservados son de la época en que llegaron al mismo los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, orden que llegaría pronto al Reino de León y tendría gran influencia en la zona que va desde el valle del Órbigo al del Tremor, cruzando por toda la sierra de la Cepeda, donde perviven diversos vestigios.

Hasta bien entrado el siglo XX, lo más emblemático del paso de la orden por la zona era la iglesia románica de San Juan de Montealegre, pero en el siglo XX esa joya románica se perdió por la incuria y el abandono. José Alberto Moráis Morán, actualmente profesor en una universidad de Chile, ha realizado una notable labor de investigación sobre el monumento y su historia, publicada ahora. Prologa la obra el escritor y periodista Tomás Álvarez.