El desarrollo futuro está condicionado por la limitada existencia de este bien que presumíamos inagotable. La carencia de agua y la contaminación de la misma está condicionando la sanidad de la población de buena parte del planeta.
Según las Naciones Unidas, dentro de 25 años la mitad de la población mundial podría tener problemas para acceder a cantidades suficientes de agua para su consumo y la irrigación. Actualmente, alrededor de 80 países, que representan el 40 por ciento de los habitantes del planeta, ya padecen la escasez de agua, y en las próximas décadas se prevé un agravamiento de la situación debido al aumento de la población y al recalentamiento global de la atmósfera, que provocará la alteración del ciclo de lluvias.
Pero hay otros temas candentes:
Pero el elenco de problemas va más allá del agua. La deforestación de los bosques ecuatoriales, el agotamiento de recursos, la desaparición de especies... Nuestra sociedad heredó un legado natural que despilfarra.
No sólo hace falta educación, racionalidad... hace falta debatir y concienciar. Y reflexionar sobre las causas de este despilfarro, entre las que no hay que olvidar una que no se está tomando medianamente en serio: la superpoblación del planeta.
El desmesurado crecimiento del número de habitantes que pueblan este mundo finito debe ser resuelto... Injusticia más superpoblación igual miseria más violencia... y siempre pierde el más débil.