Palencia, abril de 2009
Hay una dejación de los deberes de conservación de la naturaleza, que puede estar vinculada directamente con los intereses especulativos sobre esa parte privilegiada de la naturaleza española.
El pasado 21 de abril se halló un nuevo oso decapitado en la montaña palentina. Por los datos, todo indica que fue cazado y que su cabeza se llevó como trofeo. Hay un gravísimo genocidio de osos en esta zona. Roberto Hartasánchez, titular de Fapas, el Fondo para la protección de Animales salvajes denunció que alguien deberá explicar cómo es que de las cinco o seis osos “casos detectados” matados por el hombre en los últimos cinco años “TODOS HAN SIDO CAZADOS EN LA MISMA ZONA”.
Hartasánchez, escribió hace poco en la prensa que la población de oso pardo en el núcleo oriental de la Cordillera Cantábrica, está sufriendo un continuado proceso de desaparición de los territorios de esta comunidad de Castilla y León. Para ocultar esta información, recientemente la Junta de Castilla y León ha ofrecido los datos globales de la Cordillera Cantábrica, donde la mayor parte de la población se encuentra fuera de esta comunidad y donde especialmente se está produciendo un notable incremento de osos, como es Asturias.
La Reserva de Caza de Riaño tambien fue un emblemático territorio donde el oso habitó sin dificultades hasta que la Junta de Castilla y León comenzó a aplicar modelos de manejo cinegético que permitieron la construcción de cientos de kilómetros de pistas forestales en los mejores hábitats oseros de la reserva, según explica Hartasánchez
Permisividad, vista gorda, gravísimas complicidades... parece que hay un interés evidente en eliminar las trabas ecológicas para dar vía libre a los negocios especulativos y el cemento.
Osa con crias, imagen de Fapas. guiarte.con