Zamora, febrero de 2007
En un paraje cercano al Esla se desmorona, día a día, lo que fue una importante villa en tiempos medievales, por estar ubicada en un otero, dominando el paso del río, en pleno corazón del reino de León, pero estratégicamente situada para el control de accesos a Galicia o Portugal.
La riqueza del paso era notable. En 1206 Doña Urraca, viuda de Fernando II que le había dado la villa en arras, concede la mitad del portazgo a la Catedral de Zamora para las obras de su claustro. Más tarde pasaría a la Orden de Santiago, y luego quedaría en poder de otros ilustres linajes.
Enrique III arrasaría el castillo de Castrotorafe como represalia por el apoyo a su hermano, en las luchas dinásticas. Durante la guerra contra Portugal por la disputa sucesoria entre Isabel la Católica y la Beltraneja los portugueses llegaron a ocupar la población, pero no el castillo. El cerco fue levantado cuando llegó a la cercana Zamora Fernando el Católico.
El hundimiento del puente, por un terremoto, en el siglo XVI, causó el declive... Aún en el siglo XIX, las tropas napoleónicas se ubicaron en la iglesia y devastaron la zona. Ahora sólo quedan ruinas, una gran extensión de ruinas, que nos habla de un ayer glorioso y de un hoy de abandono.
La Asociación en Defensa y Promoción del Patrimonio Cultural Hispania Nostra ha incluido a Castrotorafe (San Cebrián de Castro) en su lista roja del patrimonio español. El despoblado es Monumento Nacional por decreto de 3/06/1931 y figura en el inventario de la Junta de Castilla y León como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Zona Arqueológica.
Hispania Nostra considera que el monumento está en ruina progresiva; no se ha intervenido en la consolidación de las murallas, mientras que el riesgo se acentúa con el deterioro, desprendimiento y desaparición de la cerca por falta de consolidación.
El procurador socialista por la provincia de Zamora José Ignacio Martín Benito solicitó recientemente a la Junta de Castilla y León el Plan Director de Castrotorafe, terminado de redactar en 2004. El procurador declaró entonces que "el conjunto se muestra en progresiva ruina y urge la consolidación de la cerca, con el fin de evitar su desaparición". Por eso, Martín Benito considera que la Junta de Castilla y León debe actuar en la limpieza y consolidación de las murallas para detener el progresivo deterioro de los muros de la cerca.
Castrotorafe y lo que queda del magnífico monasterio de Santa María de Moreruela constituyen dos elementos que dan interés histórico y artístico a una zona necesitada de impulso. Merece la pena poner en marcha iniciativas de salvaguarda de la riqueza y promoción de la zona.
Ruinas de Castrotorafe, un lugar con historia, hoy abandonado. Foto Guiarte Copyright