Sean Scully (Dublín, 1945) es un artista que ha residido en Nueva York, Barcelona y Londres. Ha desarrollado, en las últimas tres décadas, un vocabulario pictórico característico que pone de manifiesto la presencia del ser humano bajo la estructura geométrica.
En contraste con su retrospectiva en el Lenbachhaus de Munich (1989) y en Schirn Kunsthalle de Francfort (1995), esta exposición se concentra exclusivamente en su trabajo de la última década y reúne alrededor de 100 pinturas, pasteles, acuarelas y fotografías. El catálogo editado con motivo de esta exposición reproduce todas las obras expuestas en la itinerancia de Valencia, e incluye textos del comisario, Armin Zweite, y Maria Müller, director y conservadora del Kunstsammlung Nordrhein Westfalen, Dusseldorf, Bernd Klüser, Francisco Jarauta y Hans-Michael Herzog.
Aprendiz de tipógrafo, comenzó sus estudios en la Central School of Arts de Londres, completando su formación en el Croydon College of Art y en la Universidad de Newcastle. Entre las influencias más importantes en la pintura de Sean Scully destacan las creaciones de Piet Mondrian, Mark Rothko y Henri Matisse. Con posterioridad a 1970, y a partir de sus investigaciones en las ilusiones ópticas, la percepción del relieve a través de estructuras seriadas y la sensación de movimiento a partir de la superposición, el artista reduce su repertorio iconográfico a una serie de líneas, bandas y bloques de color que se han convertido en los elementos representativos de su trabajo.
Scully agrupa estos elementos en un orden alterno y, además, construye sutiles disposiciones monumentales en las que el contraste entre figura y fondo está neutralizado. Franjas de pintura cubren sus cuadros horizontal y verticalmente como una estructura que no tiene centro y que parece continuar más allá de los límites. Sin embargo, mediante la acentuación espacial de un panel central o la inserción de color en un panel (un inserto, como Scully lo llama), rompe la continuidad de la estructura, creando una suspensión en la relación entre la repetición y el contraste, el equilibrio y el desequilibrio, la simetría y la asimetría.
Este proceso de pintura puede ser reconstruido, en particular al observar las franjas que se entrecruzan donde contrastan y superponen los colores. Aplica la pintura en capas muy líquidas, en franjas que se deslizan verticalmente, y entrecruza con otras al aplicar al lienzo un giro de 90 grados. El trazo de la brocha sigue la línea, y el color subyacente determina el resultado final. Scully fija las estructuras de sus cuadros muy rápidamente, a menudo divide un cuadro en dos partes y aplica en las dos mitades ritmos y colores contrastados.
Sean Scully emplea el color cubriendo formas básicas que buscan un enriquecimiento emocional de la expresión. Se considera en la tradición de la corriente minimalista, e investiga en su trabajo la capacidad expresiva de la pintura, en la misma línea que artistas como Carl Andre o Donald Judd, aunque en su obra Scully recurre a componentes más pintorescos y sensuales. Sus cuadros tratan de mostrar "una fuerza humana de expresión ", y para el pintor pueden asociarse a emociones identificables. Scully escoge sus colores por intuición. El tratamiento del color en la obra de Scully encierra todo un proceso artesanal: la superposición progresiva de finas capas impregnadas de pigmentos diferentes, que se revelan por transparencia y ofrecen tonos únicos, de gran profundidad, confiriendo una calidez sensual y emoción a sus composiciones abstractas.
El tema central en la obra pictórica de Scully es el método de pintar: el artista construye una sucesión de gruesas capas de pintura que acumula para formar intrigantes efectos de color.
Un ornamento recurrente en el arte moderno es el damero, que Scully encuentra interesante debido a su simplicidad y su relación de fondo-figura, que hace posible a cada campo actuar como figura o como fondo. La restricción a un repertorio formal reducido le permite una gran libertad a la emoción que resuena en la manera en que aplica la pintura y en los colores mismos. Los trabajos de Scully no pretenden ningún significado fijo ni un mensaje irrefutable, están abiertos a todas las interpretaciones. El espectador debe "ver dentro" de los cuadros, como expresa Scully. Su pintura mantiene una relación con la realidad, pero sin estar dominada por ella. Al mismo tiempo, las obras de Scully permiten asociaciones con paisajes u objetos. Muchas de las pinturas de gran formato, sobre todo las formadas por varios elementos, evocan fachadas, edificios, ornamentos y, ocasionalmente, paisajes.
Las pinturas múltiples de Scully, mantienen su autonomía aunque forman parte de un conjunto, siguen un ritmo que, como en la música, puede ser dividido en introducción, desarrollo y recapitulación. El principio de serie y el principio de composición, la subordinación de las partes al todo, mantienen un equilibrio perfecto. El conjunto aparece caracterizado por los contrastes entre separaciones y conexiones, el color y la ausencia de color, la opacidad y la transparencia.
Datos de interés:
Exposición: Sean Scully. Pintura, Pasteles, Acuarelas y Fotografías.
Lugar: IVAM Centre Julio González.
Fecha: 31 enero - 7 abril 2002.
Comisario: Dr. Armin Zweite, Director del Kunstsammlung Nordrhein Westfalen, Düsseldorf.
Producción: Kunstsammlung Nordrhein Westfalen, Düsseldorf.
Itinerancia: Kunstsammlung Nordrhein Westfalen, Düsseldorf . 17 de marzo- 4 de junio, 2001.
Haus der Kunst, Münich 15 de junio-7 de octubre, 2001.