Fiestas del invierno valenciano

Bancaja acaba de editar un estudio sobre esta materia codirigido por Antonio Ariño Villarroya y Vicent L. Salavert Fabiani, que presenta las festividades populares del territorio, donde destacan -aparte de la Navidad- las variadas celebraciones de San Antonio Abad, San José (Fallas) y San Blas, junto a los carnavales y curiosas costumbres del día de los inocentes.

El calendario festivo invernal se inicia con la Navidad, celebración cristiana que encubre una pagana: el momento en el que los días rempiezan a crecer, tras el solsticio de invierno: las fiestas antiguas del Sol Invicto.

Hay aún lugares donde se utilizan fuegos rituales y canciones de época, pero los elementos de otras culturas transforman progresivamente las fiestas, aunque también hay un elemento valenciano que ha colonizado las celebraciones de fuera: el turrón.

Entre las manifestaciones más interesantes está el Betlem de Tirisiti, en Alcoy(Alicante), y el Betlem de la Pigà, en Castellón

Los Santos Inocentes (28 de diciembre) son las fiestas de los locos, de raíces romanas y medievales. Un Ayuntamiento de farsantes, con vestidos estrafalarios, se hacía dueño, ese día, de la localidad. Los farsantes organizaban ceremonias ridículas, leían bandos mordaces o imponían multas a los transeúntes, que servían para recaudar dinero destinado a una comilona postrera.

Prohibidas en el siglo XVIII, estas fiestas se han recuperado en numerosos puntos: Segorbe, Jalance, Sellent, Cortes de Pallas, Real de Gandía, l´Ollería o Ibi, donde se combina con los enfarinats, lanzamiento de harina a todo tipo de viandantes

Enero tiene elementos de interés como las cabalgatas de Reyes, con la de Alcoy en primer lugar. Pero también es fiesta industrial, porque la industria juguetera Valenciana, radicada básicamente en la provincia de Alicante; y la propia Feria del Juguete de Valencia han servido para una rentabilización económica de las fiestas por la burguesía regional.

A mediados de enero está San Antonio, santo vinculado al agro. Su fiesta entró en crisis con la industrialización, pero se ha vuelto a expandir. Ahora tal vez no son tan importantes los animales domésticos, pero se bendicen los loros y hámsters de los muchachos de las ciudades. La celebración se traslada al fin de semana cercano para que tenga más éxito.

Hay significativas fiestas de Sant Antoni -vinculadas al fuego- en Villanova d´Alcolea(Castellón); Canals(Valencia), con su magnífica hoguera y Forcall(Castellón), donde la hoguera es parte de una ceremonia dramatizada en la que intervienen San Antonio y demonios tentadores, que queman la cueva del santo. En Biar, Alicante, la celebración va vinculada a un curioso y carnavalesco Rey Pájaro.

En 20 de Enero es San Sebastián. Destaca su celebración en Vinaroz, donde hay una reliquia, un dedo, del Santo. Pocos días más tarde, El 22, es San Vicente Mártir, patrono de Valencia, aunque su fiesta no es notoria.

En febrero destaca la Entrada de la Flor, con la que en Torrent(Valencia), el 1 de febrero, se celebra la llegada de la flor del almendro a los campos. Al día siguiente es la Candelaria, vinculada también al fuego y la luz. Hay procesiones de candelas en muchos lugares. En Ademuz(Valencia) se reparte además pan dulce, en Quatretonda(Valencia) hay comida campestre y en otros lugares, como Sueca(Valencia), se llevan por primera vez los niños al templo.

Al día siguiente, 3 de febrero, es San Blas. Burriana(Castellón) celebra su fiesta con juegos, dulzainas y una fuente de vino. San Blas, patrono de gremios, compite con San Antonio en cariño popular. En muchos lugares hay bendición de productos -principalmente bollos- que luego se reparten en familia, en la creencia de que tiene propiedades curativas. Entre estos puntos, Villar del Arzobispo, y Alpuente, ambas en Valencia. En Bocairent se une la celebración de San Blas con las manifestaciones de Moros y cristianos.

Como fiesta reciente de la segunda quincena de febrero, está en Jijona(Alicante), La Fiesta de los Heladeros. Los populares geladors, que en verano abrían establecimientos en lugares lejanos, se organizaron una fiesta de invierno en el lugar, que aún tiene colorido.

Los carnavales decayeron por la represión de los últimos siglos, y sobre todo la censura franquista. Han renacido pero marcados por la bulla brasileña o canaria, como en Vinaroz(Castellón), donde hay mas vistosidad que contenido histórico.

Quedan manifestaciones interesantes en la zona de Requena(Valencia). En Sinarcas se hace una batalla de la harina. En El valle de Ayora hay una bella Noche Blanca; también en jalance hay cabalgata y disfraces. Pero el más conocido de esta zona es el de Villar del Arzobispo. También ha habido cierta recuperación carnavalesca en la ciudad de Alicante, desde 1979.

Por fin, Marzo es festivo básicamente por las fallas, que en los días anteriores a San José adornan multitud de lugares, aunque durante la época del franquismo se cortó la crítica y se ritualizó en exceso la fiesta.

Destacan a favor de esta fiesta las quemas, el color y los castillos de fuegos artificiales, pesan en contra el ritualismo y los actos oficiales (hay homenajes hasta para las fuerzas armadas).

Hay fallas en numerosos lugares de toda la comunidad valenciana y hasta en otros puntos lejanos como Buenos Aires, y en los últimos años se ha registrado cierto espíritu de renovación de una estética excesivamente amanerada.