Verona, Italia, 8 de enero de 2013
Se dice en los países nórdicos que la festividad tiene orígenes profanos, y que surgió como celebración de la época de apareamiento de las aves, tras el paso de lo más duro del invierno…. Otros hablan de las festividades en torno a Eros, dios del amor.
Pero la fiesta se ha cristianizado con la advocación de San Valentín, un sacerdote cristiano que en el siglo III se opuso a una norma imperial por la que se ponían trabas al matrimonio de los jóvenes, con el argumento de que los solteros eran mejores combatientes. El sacerdote acabó encarcelado y sufrió el martirio.
En estas evocaciones amorosas, Italia cuenta con un atractivo especial: Verona, la ciudad de Romeo y Julieta…
Lo de Romeo y Julieta es una historia más ficticia que real, pero que sirve para mover gentíos. A unos metros de la Piazza delle Erbe, está la casa de Julieta. Millares de visitantes dejan allí cartas, escritos en las paredes, chicles con el nombre de la mujer/hombre soñada/soñado… o candados que anudan amores con perspectivas de eternidad. En el patio de la edificación una estatua de bronce de una esbelta e imaginaria Julieta es el icono de los centenares de visitantes que la abrazan y le tocan los senos. Dicen que es el talismán para asegurarse un retorno a Verona.
En unos días, guiarte.com editará la guía de esta histórica ciudad, Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En realidad, el verdadero impulsor de la festividad ha sido el negocio. El comercio, que ha descubierto un filón de ventas cuando acaba la “cuesta de enero”; y el turismo, que presenta una oferta de escapadas para el viajero, entre las festividades de fin de año y las de Semana Santa.
Por ello, ya empiezan a llegar a guiarte.com las sugerencias más madrugadoras. Entre ellas, Turismo de la República Checa propone las pintorescas callejuelas de la encantadora Praga, propicias para los paseos al anochecer, cerrados con una cena romántica en alguno de los restaurantes.
Praga desborda romanticismo. En febrero, las pintorescas callejuelas parece que hubieran sido creadas para dar paseos íntimos al anochecer y culminarlos con una cena romántica. Miles son las opciones para disfrutar de un San Valentín de ensueño, que puede incluir algún paseo en carruaje, o sellar para siempre el amor compartido con un candado.
En Praga hay un sinfín de posibilidades de alojamiento para todos los gustos, pero en esta ocasión, se propone un ambiente palaciego en el recinto recién reformado del castillo de Trnová.
La Piazza delle Erbe, en Verona, muy cerca de la casa de Julieta. guiarte.com
Pintada amorosa en Praga. Turismo de la Republica Checa