Guiarte.com. Santa Marina del Rey, León. 12/07/18 El Ayuntamiento de Santa Marina del Rey acaba de publicar una guía sobre su territorio, famoso por su riqueza piscícola. A la vera del río Órbigo, se hallan las localidades de Sardonedo, Santa Marina y Villamor, con cotos trucheros de fama internacional. La calidad del ecosistema y la pureza de las aguas permiten que este sea el paraíso de la trucha común, territorio que ha merecido bellas páginas de autores como Miguel Delibes.
Es un placer recorrer las riberas del Órbigo entre bosques, al lado de la vigorosa corriente del agua, donde es fácil descubrir las escurridizas truchas pintonas. En estas aguas se celebran cada año campeonatos de España de pesca a los que acuden participantes de todas las comunidades. Asimismo es famoso y reconocido en toda Europa el Open Internacional Pesca a Mosca, que desde 1997 congrega en este gran filón truchero de España durante varias jornadas a los grandes pescadores del país y del exterior.
Un recorrido atractivo y cercano al río se puede hacer desde el entorno de Sardonedo a la vera oriental del cauce, hasta el puente de Santa Marina, donde pasaremos a la orilla occidental para proseguir camino hacia el sur hasta alcanzar la pasarela que nos conduce a Villamor. El Alcalde del Ayuntamiento de Santa Marina del Rey, Francisco Javier Álvarez, acompañado por el escritor y periodista Tomás Álvarez, han presentado la nueva guía turística. Con textos de Tomás Álvarez y espectaculares fotografías del equipo Makeithappen.love y un cuidadoso diseño de Lalo Fernández Mayo, se presenta este municipio leonés poblado por unas 2000 personas, e integrado por cinco localidades, las tres antes citadas, junto con San Martín del Camino y Villavante.
Se trata de una gavilla de lugares unidos por las aguas del Órbigo y las vías peregrinas, un ámbito que se quiere abrir cada vez más al turismo. “Somos el paraíso truchero de Europa, el Camino de Santiago atraviesa nuestros campos; tenemos una gran riqueza gastronómica, un excelente patrimonio artístico y una oferta de servicios creciente en volumen y calidad. Todo eso queremos promocionarlo y ponerlo en valor”, destacó el alcalde, en la presentación de la guía
En el acto, Tomás Álvarez enfatizó que el territorio agrario está ordenado por las corrientes de agua que descienden del norte hacia el sur, y las vías peregrinas, que lo cruzan de este a oeste. Tres sendas jacobeas cruzan el municipio. Desde León, los peregrinos llegan por dos itinerarios: uno, el que pasa por la Virgen del Camino, San Miguel y Villadangos y otro el que corre paralelo, al sur del anterior, por Villar de Mazarife.
El primero, tras cruzar Villadangos, abandona los campos de secano para entrar en los feraces predios de San Martín del Camino, una población peregrina y hospitalaria donde el viajero siempre encontró una atención humilde pero ejemplar, tal como se detecta en textos de siglos pasados.
El segundo de los caminos, tras pasar al sur de la Milla del Páramo, llega a Villavante, otra población hospitalaria, por donde antiguamente pasaba la vía que enlazaba las ciudades romanas de Legio (León) y Asturica Augusta (Astorga). Ambas rutas se unen pocos kilómetros más adelante, en Puente de Órbigo, para cruzar por el paso que hizo famoso Suero de Quiñones, en uno de los mayores torneos conocidos en la España medieval, continuando hacia el oeste, por Astorga y Foncebadón, hacia Compostela.
Hay otra vía histórica muy transitada en la antigüedad, que era la que pasaba por Santa Marina del Rey, para cruzar a Benavides y alcanzar la Cepeda en el entorno de Cogorderos, para acceder al Bierzo por el paso de Cerezal de Tremor, cerca de Brañuelas, vía que ahora se intenta recuperar dado su gran valor histórico, monumental y paisajístico.
Fue el monje alemán Hermann Künig von Vach quien describió esta ruta, en una guía de viaje que se publicó en 1495 en Estrasburgo y que en el siglo XVI fue reeditada en repetidas ocasiones. Künig advierte al peregrino que “evite Rabanal” que para ello desde un otero entre León y Astorga tome el camino de Santa Marina, y siga hacia el oeste dejando a Astorga a tres “melle” (unos 12-15 Km) al sur, avanzando por una serie de pueblos muy seguidos y dejando las fragosidades de los Montes de León a la izquierda.
La guía dedica amplio espacio a explicar aspectos históricos y monumentales de los diversos pueblos. En Santa Marina se detiene especialmente en su iglesia parroquial, de notable riqueza artística, y en la torre del Reloj, con su valiosa maquinaria del siglo XVI. No faltan aspectos relativos al ocio, a la Feria del Ajo de Santa Marina, las fiestas religiosas, y muy especialmente la gastronomía, donde se realzan los saberes culinarios de la zona, y la tradición de las afamadas sopas de truchas.
Los textos se complementan con una GUÍA DE SERVICIOS donde el lector puede hallar las ofertas de hostelería, restauración, albergues de peregrinos, camping, establecimientos de comercio, de banca, farmacia, etc.
El corazón del valle del Órbigo, en el entorno de Santa Marina del Rey, León, está considerado como el gran paraíso truchero, de España. Imagen cortesía de Luis Luengo
A la vera del río Órbigo, se hallan las localidades de Sardonedo, Santa Marina y Villamor, con cotos trucheros de fama internacional. Imagen de Makeithappen.love
La guía destaca en Santa Marina su iglesia parroquial, de notable riqueza artística. Imagen de Makeithappen.love
Una joya gastronomica tradicional las sopas de truchas.Imagen de Makeithappen.love
Este territorio está cruzado por varias vías peregrinas y tiene fama de hospitalario, desde la Edad Media. Peregrinos en San Martín del Camino. Imagen de Makeithappe.love