Marsella, 23 de junio de 2015
Guerreros, comerciantes o peregrinos surcaron las aguas del Mediterráneo en la antigüedad llevando mercancías y conocimientos sobre las ciencias o las divinidades; conocimientos que insertaron en sus propias culturas, en las que se encuentran las huellas de aquellas relaciones entre territorios.
El Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo (MuCEM) aporta ahora una nueva perspectiva sobre el politeísmo de la antigüedad, a través de una colección de obras y objetos arqueológicos prestada por la Fundación Gandur para el Arte y los Museos de Arte e Historia de Ginebra. También son prestamistas de materiales el Museo de Marsella y el Departamental de Antigüedades de Arles.
Esta nueva exposición, titulada Migrations divines, Migraciones divinas, se centra en tres cuencas de la civilización mediterránea -Egipto, Grecia y Roma- donde los hombres han ideado diferentes dioses y panteones en función las características de cada cultura. La exposición presenta determinados objetos rituales y las imágenes de culto que representaron el mundo de lo divino y la búsqueda de la inmortalidad.
Lejos de estar aislados y "congelados", los cultos de estos panteones han cruzado el corazón del Mediterráneo. Favorecidos por el comercio y las conquistas militares en ocasiones, los intercambios intelectuales y materiales entre las antiguas civilizaciones han dado forma a las innovaciones religiosas y teológicas.
"Migrations divines" explica esta temática con 200 obras antiguas que datan del tercer milenio antes de Cristo al siglo III después de Cristo, y que dan testimonio de la adopción de las deidades de una y otra parte y de la formación de nuevas formas divinas mestizas. Aborda también el diálogo entre panteones egipcios, griegos y romanos, con el análisis de prácticas, creencias y representaciones de lo divino.
Esta exposición, que se ha realizado con el apoyo de la Fundación Stavros Niarchos, se ha organizado de forma conjunta por el MuCEM y Fundación Gandur, siendo su Curador Myriame Morel-Deledalle, responsable del sector Historia del MuCEM.
Migraciones divinas sigue un itinerario de tres secciones temáticas. Inicialmente presenta una introducción con el mundo misterioso de los ídolos antiguos, desde el III milenio antes de Cristo, ídolos que no se identifican por su nombre ni funciones pero que ya son representación expresiva de lo divino, por sus actitudes (hieráticas, brazos en alto, por ejemplo) y por el material en el que fueron fabricados piedra, bronce o hueso, y en los que se revelan los profundos sentimientos que el hombre de la antigüedad ha mantenido en torno a lo divino.
Luego, la exposición se centra más en tres cuencas de la civilización mediterránea -Egipto, Grecia y Roma-, invitando al visitante a seguir tres ámbitos sucesivos. El primero aborda la cuestión de Panteones: los hombres siempre han proyectado en sus dioses la designación de atributos y funciones en respuesta a sus preguntas existenciales. Diferentes civilizaciones del antiguo Mediterráneo han imaginado a sus dioses en panteones distintos y con características propias de cada cultura. Los objetos que ilustran esta parte son estatuas o estatuillas de deidades así como otros soportes, objetos de cerámica, espejos, etc., en los que aparecen dibujos ilustrativos de las leyendas y mitologías. 
La segunda parte de la exposición explora las formas mediante las cuales el ser humano ha tratado de acercarse a la eternidad y a lo divino. Mediante ritos, cultos públicos y domésticos o la magia, el hombre intentó hacer real y efectiva la presencia de los dioses en la tierra. Objetos rituales, imágenes de culto son los apoyos y pruebas materiales que testimonian el acercamiento de lo divino a la vida cotidiana. El hombre se acerca a los dioses e interactúa con ellos a través de otros hombres (los sacerdotes) y en lugares específicos (los templos). El tema de la búsqueda de la eternidad se ilustra con objetos de adoración, ofrendas, amuletos y muestras de ritos.
La tercera y última parte de la exposición titulada Reencuentros e intercambios, resalta la dinámica de relaciones y apropiación de características entre las diversas religiones del Mediterráneo, donde existe un cierto sincretismo. Los comerciantes, viajeros y soldados de la antigüedad recorrieron el Mediterráneo llevando con ellos a sus dioses y ritos, que luego transmitieron entre amigos y familias por los distintos países.
El MuCEM de Marsella presenta Migraciones divinas
Ídolo cicládico antiguo. © Fondation Gandur pour lArt, Genève. Photographe : André Longchamp
Estatua de diosa. Egipto, época tolemaica. © Fondation Gandur pour lArt, Genève, photographe : André Longchamp