Guiarte logo Guiarte.com

Guerras y patrimonio

París, 1 de septiembre de 2014
La UNESCO ha hecho en los últimos meses varios llamamientos para advertir de las amenazas que sufre el patrimonio cultural durante las crisis. No sólo son resultados de los daños colaterales producidos por los enfrentamientos, sino también los ataques concretos generados por la codicia de comerciantes y coleccionistas sin escrúpulos, así como el vandalismo de las facciones que desean borrar los vestigios de culturas de tiempos anteriores.

La propia UNESCO ha elaborado un conjunto de instrumentos internacionales para proteger el patrimonio cultural. La Convención sobre las Medidas que deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales (1970) y la Convención del Patrimonio Mundial (1972) aportan una base para la protección del patrimonio cultural. En la Convención de La Haya para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado 1954) y sus Protocolos también se establecen normas internacionales para hacer frente a los riesgos concretos que amenazan el patrimonio durante un conflicto. Además, en el Estatuto de la Corte Penal Internacional se ha definido la destrucción intencional de edificios históricos como crimen de guerra, lo que proporciona bases sólidas para luchar contra la impunidad relacionada con tales ataques.

Además, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en su resolución 2100 relativa a Malí y su resolución 2139 relativa a la República Árabe Siria, hizo un llamamiento a la protección del patrimonio cultural y la diversidad. La integración de la cultura en operaciones humanitarias, de recuperación y de reconstrucción brinda una excelente oportunidad para definir el modo en que la protección del patrimonio cultural puede contribuir efectivamente a la respuesta más amplia de las Naciones Unidas a las crisis.

En los últimos meses, desde la Dirección General de la UNESCO se ha alertado a las partes en conflicto y a los interesados sobre la necesidad urgente de preservar de la devastación de la guerra los sitios arqueológicos y culturales, los museos, las bibliotecas y los archivos.

Desde la organización se estima que la preparación de profesionales y comunidades locales es la mejor garantía para mantener a salvo el patrimonio cultural durante una situación de crisis. Por esta razón, las medidas encaminadas a fortalecer las capacidades nacionales y la sensibilización local en relación con la protección de emergencia del patrimonio cultural deben centrarse en la prevención más que en los esfuerzos de último momento. Esto es especialmente cierto en tiempos de conflicto, cuando se hace difícil, si no imposible, que la ayuda internacional llegue a las zonas afectadas.

El observatorio de Siria
Más de tres años de conflicto han tenido un efecto devastador sobre el patrimonio de Siria. Pese al valor y la dedicación de los profesionales de la cultura que se han esforzado por proteger su patrimonio, el alcance de la destrucción y de los daños es importantísimo.

En los casos en que la prevención y la atenuación fracasan, el seguimiento constante y la evaluación inicial de los daños constituyen una prioridad para preparar una respuesta eficaz y coordinada con miras a la recuperación y la futura rehabilitación. Por este motivo, la UNESCO ha puesto en marcha un observatorio internacional en línea para vigilar la situación del patrimonio cultural en Siria y ayudar mediante la cooperación internacional a proteger el patrimonio del país.

El tráfico clandestino
En el plano mundial, el tráfico ilícito es una de las peores amenazas para los bienes culturales durante los conflictos. Cuando la ley y el orden público se encuentran en una situación de fragilidad, el saqueo de sitios arqueológicos y museos no solo es fácil, sino también muy rentable para los grupos delictivos.

Desde la UNESCO se trabaja para acabar con el tráfico ilícito de bienes culturales procedentes de países en situación de riesgo de saqueo, como Siria y el Iraq, en estrecha colaboración con la comunidad internacional, en especial con los países vecinos, y los organismos interesados, principalmente la INTERPOL, la Organización Mundial de Aduanas (OMA), el Centro Internacional de Estudios de Conservación y Restauración de los Bienes Culturales (ICCROM) y el Consejo Internacional de Museos (ICOM). Además, se alerta periódicamente al mercado del arte sobre su deber ético y moral de comprobar la procedencia de los objetos comercializados y de facilitar la restitución de los bienes culturales robados u objeto de excavaciones ilícitas.

El uso militar del patrimonio
Otra amenaza para los yacimientos arqueológicos y los monumentos es su utilización con fines militares o como blanco de operaciones militares, algo prohibido por el derecho internacional, especialmente por la Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado (1954).

En un llamamiento para la salvaguardia del patrimonio cultural de Siria, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, y el entonces Enviado Especial Conjunto de las Naciones Unidas y la Liga de los Estados Árabes para Siria, Lakhdar Brahimi, advirtieron sobre este importante riesgo y sus efectos devastadores: “La destrucción de la herencia del pasado priva a las generaciones futuras de un poderoso legado, profundiza el odio y la desesperación y socava todos los intentos de alentar la reconciliación. Ahora es el momento de poner fin a la destrucción, edificar la paz y proteger nuestro patrimonio común”.

Rehabilitación
Cuando sea posible emprender actividades de recuperación y reconstrucción, la UNESCO se centra en respaldar los esfuerzos nacionales para reactivar la cultura, reparar los daños y prestar asesoramiento a fin de contribuir a la recuperación y la rehabilitación. En Libia, se ha ha facilitado la elaboración de una estrategia global orientada a desarrollar la capacidad nacional para prevenir el saqueo de bienes culturales. Se han impartido una serie de sesiones de formación especializada en diferentes partes del país centradas en la labor de los agentes de policía y de aduanas.

En Malí, la UNESCO ayuda a la rehabilitación de los mausoleos de Tombuctú. Los dos primeros, destruidos en 2012, se han reconstruido mediante la colaboración con las comunidades locales, pero se necesitan ocho millones de dólares más para restaurar el sitio completo, incluidas las bibliotecas que almacenan cientos de miles de manuscritos antiguos.

El patrimonio cultural también es esencial para que los ciudadanos recuperen el sentido de propósito compartido y de identidad común cuando los conflictos han finalizado.

Efectos de la destrrucción en Alepo. © UNESCO

Efectos de la destrrucción en Alepo. © UNESCO

Ciudadela de Erbil, en Irak, Patrimonio Mundial de la UNESCO. © UNESCO

Ciudadela de Erbil, en Irak, Patrimonio Mundial de la UNESCO. © UNESCO

Minarete de una de las mezquitas de Tombuctú. © UNESCO

Minarete de una de las mezquitas de Tombuctú. © UNESCO

© Guiarte.com tiene el Copyright de sus colaboradores - Todos los derechos reservados
Guiarte.com | Quienes somos | Datos legales