Madrid, 10 de enero de 2012
La próxima exposición de La Fundación Juan March, a partir del 1 de febrero, tendrá como protagonistas diez óleos nunca expuestos del pintor veneciano Giovanni Domenico Tiepolo,, que se desplazó a Madrid en 1762, con el cometido de decorar varios techos del Palacio Real.
Además, a partir del 30 de marzo se ofrecerá una exposición dedicada a La Vanguardia Aplicada. Tipografía y Diseño Gráfico, 1890-1950, que con más de 700 obras presenta una historia visual del impacto de los ideales de la vanguardia en los ámbitos de la tipografía y el diseño gráfico.
GIANDOMENICO TIEPOLO (1727-1804). DIEZ RETRATOS DE FANTASÍA
Del 1 de febrero al 4 de marzo de 2012
Diez pinturas de gran belleza, concebidas con toda probabilidad –por su unidad estilística, su idéntico tamaño y la similitud de atrezzo y actitudes de sus protagonistas– como una serie. Son diez cabezas, dos de las cuales corresponden a hombres de aspecto oriental, maduros y barbados; los ocho restantes a mujeres jóvenes y hermosas.
Estas obras de pequeño formato pueden fecharse en torno a 1768, durante la etapa española del artista. En sentido estricto, no pueden ser considerados como verdaderos y propios retratos. Sus personajes -engalanados con variados ornamentos y en actitudes diversas- representan no a personas concretas, sino más bien a tipos genéricos, mostrando rasgos y atributos característicos de un determinado grupo social, económico o intelectual. Así, los retratos masculinos ofrecen una visión de sus protagonistas a la manera de filósofos, de hombres sabios y honorables de una Antigüedad soñada, mientras que los de las jóvenes, de desenfadada e inocente belleza, parecen responder a un modelo ideal de belleza femenina. Ambos tipos pertenecen a un género con una fecunda y larga tradición en Venecia, un género que recrea un mundo de fantasía que hunde sus raíces en el siglo XVII y cuyo maestro por antonomasia fue Rembrandt.
LA VANGUARDIA APLICADA. TIPOGRAFÍA Y DISEÑO GRÁFICO, 1890-1950
Del 30 de marzo al 1 de julio de 2012
Más de 700 obras -entre diseños originales, maquetas, bocetos preparatorios, fotomontajes, libros, revistas, carteles, postales y folletos- que constituye una historia visual del impacto de los ideales de la Vanguardia en los ámbitos de la tipografía y el diseño gráfico, desde sus antecedentes en la última década del XIX y durante la primera mitad del siglo XX. Los resultados de esa aventura se manifestaron –casi en simultáneo y en una geografía tan amplia como interconectada– en disciplinas tan diversas como la propaganda política e ideológica, la publicidad y los medios de comunicación, la arquitectura, el diseño urbanístico y de interior, las exposiciones, el teatro, el cine y la fotografía, entre otros.
Las obras provienen de dos importantes colecciones internacionales especializadas en diseño y tipografía de Vanguardia, que por su criterio en la selección de obra y su amplitud, pueden considerarse de rango museístico: la del estadounidense Merrill C. Berman y la del santanderino José María Lafuente. La exposición contará con un catálogo profusamente ilustrado en dos ediciones, española e inglesa, e incluirá obras de más de cien artistas de una veintena de países: una larga nómina de tipógrafos y diseñadores de Vanguardia, pioneros artistas, del diseño gráfico como Fortunato Depero (1892-1960), Oskar Kokoschka (1886-1980), El Lissitzky (1890-1941), Filippo Tommaso Marinetti (1876-1944), Lászlò Moholy-Nagy (1895-1946), Liubov Popova (1889-1924), Aleksandr Rodchenko (1891-1956), Kurt Schwitters (1887-1948), Jan Tschichold (1902-1974), Theo Van Doesburg (1883-1931) o Max Bill (1908-1994) , entre muchos otros.
La selección de obras para la muestra, que cubre temporalmente más de medio siglo y en la que han participado los propios coleccionistas y especialistas internacionales como Maurizio Scudiero, Bruno Tonini o Richard Hollis, ha sido realizada de acuerdo a un criterio no sólo histórico, sino desde un acercamiento conceptual y temático al espíritu transformador de las Vanguardias y desde la perspectiva de lo que podría llamarse “retórica visual”: la formada por el juego de las formas y los signos, que proporciona un fascinante panorama transversal: precisamente aquél que las relaciones efectivas entre muchos de los autores protagonistas, las redes establecidas entre las revistas y, en suma, el flujo real e histórico de influencias mutuas entre figuras y movimientos hace posible. Ese panorama se presenta en la exposición en torno a dos ejes: el de la articulación de la imagen y el signo en el diseño gráfico de las vanguardias y el de la articulación del signo y la imagen en la revolución tipográfica que aquéllas supusieron.
Las trabajadoras textiles, 1927. Aleksandr Deineka (Galería Estatal Tretyakov, Moscú)