Munich 5 de noviembre de 2013
Porque –aparte de algunas obras anteriores al siglo XX- el tesoro del muniqués Cornelius Gurlitt, recoge obras de Picasso, Matisse, Nolde, Beckmann, Chagall, Franz Marc, Klee, Oskar Kokoschka, Ernst Ludwig Kirchner … una inmensa fortuna almacenada en unos pocos metros cuadrados.
Hildebrand Gurlitt, el padre del anciano, fue un marchante de arte que parece ser que recogió millares de obras de arte “degenerado” en los tiempos de Adolfo Hitler, cuadros que dijo que habían sucumbido bajo los bombardeos sobre la ciudad de Dresde.
Por fortuna, se salvaron más de mil obras que ahora se han hallado en poder de su hijo, un anciano de vida casi mendicante y mirada huidiza, a quien investigó la policía al descubrirle con un fajo de billetes de 500 euros, en un tren que unía su localidad de residencia con la frontera suiza.
El arte degenerado
El régimen hitleriano llamó “arte degenerado” (Entartete Kunst en alemán) a la producción de los autores de las vanguardias artísticas. La práctica de estas formas artísticas conllevó para los autores la prohibición de hacer obras, su exclusión de los museos y el despido de los centros en los que impartían enseñanza.
Los nazis incluso montaron una muestra titulada así, Arte degenerado, en la que se ridiculizaba estas formas artísticas que estaban en pleno auge en el resto de Europa, y que tenían en Alemania una pléyade de autores de prestigio internacional. Frente a las líneas artísticas de vanguardia, estridentes y a veces cargadas de drama o pesimismo, los nazis preconizaban aquellas que ensalzaban la grandeza, la tradición, la raza y el heroísmo.
Hildebrand Gurlitt, quien recopiló el tesoro ahora hallado, tenía permiso para acceder a los depósitos berlineses, donde los hombres del régimen nazi almacenaban decenas de miles de piezas y comerciar con ellas. Además, parece que también comerció con judíos que estaban en apuros y necesitaban vender sus tesoros pictóricos.
Lo que queda del tesoro que acumuló están valorados en más de mil millones de euros, según afirma el rotativo alemán Focus, que define al lugar donde estaban apelotonados los lienzos como “el museo más pequeño del mundo”.
Tras el descubrimiento, la historiadora de arte Meike Hoffmann ha estudiado las pinturas. Y ha afirmado que la colección contiene obras maestras desconocidas de grandes autores, como una escena alegórica de Chagall y un autorretrato de OttoDix.
Las obras –señaló- no están dañadas, aunque si están sucias. Lo que sí parece posible es que los detalles de su procedencia van a tardar en ser desvelados, máxime cuando muchas de las obras no son de arte degenerado, sino de pintores del siglo XVI, XVIII o XIX.
Los medios alemanes han destacado el hallazgo de las obras, entre ellas un autorretrato de Otto Dix.
Exposición de "arte degenerado", Entartete Kunst, en Salzburgo. Deutsches Bundesarchiv.