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Madrid, 8 de junio de 2001
El Museo Arqueológico Nacional de España presenta una magnífica colección de mosaicos romanos de todo el ámbito mediterráneo, en una muestra de alto interés histórico y artístico: El mosaico romano en el Mediterráneo Una pasarela elevada, permite recorre todo el espacio de la exposición contemplando de cerca el conjunto expuesto, unas piezas sobre el suelo y otras verticales, sobre las paredes del magnífico museo, sobre un fondo negro y pavimentos de arenas de distintos tonos.
Con todo, el ámbito expositivo es malo. La pasarela avanza a metro y medio de altura, con lo que sí se tiene buena perspectiva sobre los mosaicos del suelo, pero mala sobre los de la pared. A ello se añade la estrechez de algunos espacios y la presencia de otros materiales arqueológicos que poco tienen que ver con la temática de la exposición y distraen al visitante del hilo argumental.
La exposición se encamina a revalorizar un arte que a veces ha sido calificado de menor pero que es básico en el mundo romano, porque no sólo fue un sistema de decoración de amplio uso, sino que merced a él tenemos una excelente crónica de la vida diaria, los mitos y la estética de la civilización romana.
En total son 60 piezas, en las que se muestra la naturaleza, el mito o simplemente los juegos geométricos; dioses, hombres, animales y objetos, adornaron los templos y las villas de Roma y un imperio que se extendió todo a lo largo de las riberas mediterráneas
Al material español, gran parte de él bien restaurado, se unen otras 40 obras de museos de Francia, Italia, Siria, Túnez, Marruecos y Portugal, con objeto de cubrir las imágenes del mundo romano. Los comisarios son el francés Henri Lavagne y el español José María Álvarez, director del museo de Mérida.
Cuatro bloques temáticos se articulan en la muestra: la vida cotidiana, la naturaleza, mitología y el jardín imaginado.
Para Henri Lavagne, con estas obras maestras del mosaico antiguo se presenta un arte deficientemente apreciado: la concepción utilitaria del mosaico como revestimiento es demasiado reductora y deja de lado la dimensión artística fundamental, que se ha afirmado desde sus orígenes.
Los mosaicos expuestos abarcan un periodo del siglo I a de C. hasta el siglo V d. de C.. Es muy interesante la parte de la naturaleza, y especialmente amplia la sección dedicada a la mitología, donde destaca la cabeza del dios Océano (Túnez).
En síntesis, magnífica obra, bien sistematizada y deficiente el marco de ubicación. Pese a este último aspecto, la visita merece la pena.
Museo Arqueológico Nacional, de Madrid (Serrano, 13), abierta la muestra hasta el 30 de julio.
Cuadriga. Mosaico romano, siglo III: Museo Arqueológico Nacional. Madrid.Romano. Museo