Del 16 de febrero al 1 de mayo de 2005, CaixaForum expone las adquisiciones de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa”, bajo el título: Veinte años con el arte contemporáneo.
Uno de los objetivos de la Obra Social de ”la Caixa” es promover el acceso de la sociedad al arte y romper las barreras que separan al público de la creación contemporánea. La Colección Fundación ”la Caixa”, iniciada en 1985 y considerada como una de las más importantes de Europa en su género, responde a esta voluntad.
Las 950 obras que la conforman no sólo recogen la memoria histórica del arte de las últimas décadas, también ofrecen una visión amplia de las tendencias contemporáneas a partir de artistas clave. La exposición Colección Fundación ”la Caixa”. Veinte años con el arte contemporáneo. Nuevas adquisiciones reúne en CaixaForum once obras que se exponen por primera vez en el contexto de la colección.
Los artistas representados son Rodney Graham, James Turrell, Eulàlia Valldosera, Douglas Gordon, Roni Horn, Cildo Meireles, Ernesto Neto, Gillian Wearing, Óscar Muñoz, Dominique González-Foerster y Xavier Veilhan.
La muestra pone de manifiesto el continuo interés por la percepción en el arte. Más aún cuando hoy ya no basta con una simple mirada: ahora se reclama al espectador una mayor participación, para establecer así una relación de diálogo. De esta forma, la exposición invita al transeúnte a adentrarse en un espacio que cuestiona su percepción, alterando el espacio y el tiempo, trasladándole al terreno de las apariencias, desmontando certezas y descubriendo dimensiones desconocidas.
La exposición, comisariada por Nimfa Bisbe, responsable de la Colección, se puede ver en CaixaForum del 16 de febrero al 1 de mayo de 2005.
Luz, imágenes, espacio y tiempo son los medios que exploran los once artistas representados. Sus obras se diferencian en el tipo de interacción que proponen al espectador, en su forma de explorar la relación entre percepción y realidad o en su modo de alterar la percepción de lo real, pero todas acaban llevándolo al terreno de lo incierto, lo inestable y lo ambivalente. Así, el espacio de luz de James Turrell y la proyección de imágenes simétricas de Douglas Gordon cuestionan y perturban nuestra percepción porque introducen elementos que desestabilizan nuestras referencias. Los 36 retratos de payasos de Roni Horn y el retrato en movimiento de Óscar Muñoz exploran la mutabilidad de la realidad y nos recuerdan la imposibilidad de alcanzar una identidad estable, mientras que Cildo Meireles y Ernesto Neto convocan nuestros sentidos y cuestionan la herencia de una cultura basada en lo visual.
La mayoría de estas obras nos recuerdan que vivimos en un mundo de apariencias, como la instalación de Dominique González-Foerster, que juega con la coexistencia de espacios reales y virtuales y nos introduce en un mundo de ensueño, o la obra de Eulàlia Valldosera. El recorrido de la exposición se ha trazado como un espacio de emociones que propone una percepción poética y simbólica de lo real, pero también una reflexión crítica sobre nuestra relación con el mundo.
Rodney Graham. La máquina de escribir alemana de los años treinta (Rheinmetal), protagonista de una película muda en blanco y negro