Nueva York, 15 de enero de 2014
Frank Lloyd Wright era un teórico por excelencia de las ciudades modernas, los rascacielos, la infraestructura y las viviendas compactas prefabricadas. Su proyecto utópico para urbanizar el paisaje americano, sus teorías sobre la mecanización de la industria, su estudio de la naturaleza de los materiales y su visionario sentido de la arquitectura lo sitúan entre otros arquitectos modernos, como Mies van der Rohe y Le Corbusier, que fueron avanzando al mismo tiempo nuevas ideas acerca de nuestro entorno construido.
"Frank Lloyd Wright en Nueva York: Densidad vs Dispersión" celebra la reciente adquisición conjunta del extenso archivo de Frank Lloyd Wright por el MoMA y la Universidad de Columbia.
A través de una primera selección de dibujos, películas y modelos arquitectónicos a gran escala, la exposición examina la tensión en el pensamiento de Wright acerca de la creciente ciudad de Estados Unidos en los años 1920 y 1930, cuando trabajó simultáneamente en formas radicalmente nuevas para los rascacielos y planificó la urbanización del paisaje americano en un impresionante esquema utópico.
Actualizada durante toda la vida de Wright, esta maqueta recorrió el país durante varios años en la década de 1930, comenzando con una exhibición en el Rockefeller Center. Esta innovadora visión demuestra el interés y la experimentación estructural de Wright para la construcción de la ciudad vertical. Proyectos como el San Francisco Call Building (1912), o el Manhattan de San Mark's in the Bouwerie Towers (1927-1931) involucran cuestiones de densidad urbana y tratan de llevar luz y paisaje a sus polémicos rascacielos de kilómetros de altura.
Destacando la compleja relación de Wright con la ciudad de Nueva York, el material expositivo revela a Wright como teórico convincente tanto de sus aspectos horizontales y verticales. Su obra, de esta manera, no sólo es de importancia histórica, sino que sigue teniendo una notable relevancia para los debates actuales sobre la concentración urbana.
Frank Lloyd Wright y la metrópolis moderna
Nacido apenas dos años después del final de la Guerra Civil Americana, Frank Lloyd Wright (1867-1959) fue testigo de los cambios extraordinarios que se extendieron por el mundo, desde el ritmo pausado del caballo del siglo XIX hasta la extraordinaria velocidad de los cohetes del siglo XX.
A diferencia de muchos de sus contemporáneos, que se negaban a aceptar dichos cambios, Wright dio la bienvenida y abrazó los cambios sociales y tecnológicos posibles gracias a la Revolución Industrial y con entusiasmo inició su propia revolución arquitectónica.
Inspirado por el espíritu democrático de América y las oportunidades que brindaba, se dispuso a diseñar edificios dignos de tal democracia. Su objetivo era crear una arquitectura pensada para cubrir las necesidades físicas, sociales y espirituales individuales del ciudadano americano moderno.
Para Wright, la arquitectura no era sólo la construcción de edificios, se trataba de alimentar la vida de aquellos protegidos dentro de ellos. Lo que se necesitaba eran ambientes para inspirar y ofrecer descanso a los habitantes.
Durante toda su vida, Wright se sirvió en sus proyectos de los avances científicos y tecnológicos sin precedentes del siglo XX, sin perder los valores espirituales y románticos del siglo XIX, y manteniendo siempre el contacto con la naturaleza, inspiración constante para su arquitectura, que él mismo denominó "orgánica".
En 1991, el Instituto Americano de Arquitectos nombró a Frank Lloyd Wright el mayor arquitecto estadounidense de todos los tiempos y Architectural Record publicó una lista de los cien edificios más importantes del siglo pasado que incluían doce estructuras Wright. Veinticinco proyectos de Wright han sido designados Monumentos Históricos Nacionales, y diez han sido nombrados Patrimonio Mundial.
Construcción de la maqueta de un rascacielos diseñado por Frank Lloyd Wright.
Frank Lloyd Wright. Broadacre City. Project, 1934–35.
El arquitecto Frank Lloyd Wright desarrollaría su carrera hasta el final de su vida.