Viernes, 10 de enero de 2014
Con motivo del 400 aniversario de la muerte de Doménikos Theotokópoulos, conocido como El Greco, el Museo Thyssen presenta hasta el 2 de marzo una muestra con los resultados de los estudios realizados por al Área de Restauración sobre 'La Anunciación' (1576), 'Cristo Abrazado a la Cruz' (1608-1614), 'La Anunciación' (1596-1600) y 'La Inmaculada Concepción' (1608-1614).
Estas cuatro pinturas, correspondientes a diferentes momentos de su producción artística, y realizadas en diferentes ámbitos, suponen una ocasión excelente para profundizar en la evolución técnica y conceptual del pintor en dos etapas de su vida, y sirven para acercar al público a aquellos aspectos y detalles de los estudios técnicos a los que habitualmente no tiene acceso.
En el estudio de las obras se han empleado técnicas como fotografías de alta resolución, reflectografías infrarrojas, análisis químicos o radiografías. La información resultante refleja los cambios realizados por el pintor durante la ejecución de la obra, o la composición y distribución de los materiales en las distintas capas del lienzo.
El Museo desvela con estas investigaciones el desarrollo artístico de El Greco a través de dos décadas. Contrastando con su primera etapa, influenciada claramente por los maestros italianos, la época española hace evidente la evolución técnica y la madurez intelectual del maestro, cuyas figuras se alargan y desdibujan.
El Greco
Doménikos Theotokópoulos es uno de los artistas más originales e interesantes del siglo XVI. Nació en 1541, en Candía, en la isla de Creta, en aquel momento bajo el dominio de la República de Venecia. Hasta 1567 trabajó en su ciudad natal como pintor posbizantino.
A comienzos de 1567 se estableció en Venecia donde estudió la obra de Veronés, Tintoretto o Tiziano. En 1570 se trasladó al Palazzo Farnese de Roma. Allí tuvo ocasión de conocer la colección del cardenal Alejandro Farnesio y de formar parte de un selecto círculo de eruditos y estudiosos.
En 1577 llega a Toledo, alentado por el deseo de trabajar en la decoración de El Escorial. Sus primeros encargos, como el retablo para Santo Domingo el Antiguo (1577-1579), presentan un estilo plagado de recuerdos italianos que se irá transformando en obras como El Expolio para la catedral (1579), El martirio de san Mauricio (1580-1582) o El entierro del conde de Orgaz para la capilla de la iglesia de Santo Tomé (1586-1588).
Hacia finales de siglo su estilo adquiere su vertiente más personal, como se aprecia en el conjunto, hoy disperso, del Retablo del Colegio de doña María de Aragón. Sus figuras alargan el canon, el espacio se transfigura, la luz concede a sus composiciones una apariencia espectral, a la vez que se produce un robustecimiento de elementos doctrinales.
Falleció en Toledo, en 1614, dejando su taller bajo la dirección de su hijo y ayudante Jorge Manuel Theotokópoulos.
La Anunciación (detalle) c. 1576. Doménikos Theotokópoulos, El Greco.
Cristo Abrazado a la Cruz (1608-1614). Doménikos Theotokópoulos, El Greco.
La Inmaculada Concepción (1608-1614). Doménikos Theotokópoulos, El Greco y Jorge Manuel Theotokópoulos.