La leyenda del sueño

Bogotá (Colombia), 24 de febrero de 2014
Esta exposición, en el Banco de la República de Bogotá, abarca cerca de cincuenta años del trabajo de Álvaro Barrios, desde los inicios de su carrera artística a mediados de los sesenta.

Reconocido como un dibujante excepcional, uno de los pioneros del arte conceptual en Colombia y —según el comité de adquisiciones del Museo de Arte Moderno de Nueva York— “quien logró expandir el concepto y el alcance del grabado en la historia del arte”, el barranquillero Álvaro Barrios es uno de los artistas colombianos más importantes de las últimas décadas. Bajo el título La leyenda del sueño, la curadora María Belén Sáez de Ibarra hace una revisión retrospectiva de la obra del artista a partir de varios aspectos que ella considera fundamentales para entender su trabajo: la investigación esotérica, las prácticas espiritistas y la dimensión instalativa y conceptual.

Álvaro Barrios: La leyenda del Sueño reúne cerca de 90 obras, entre dibujos, pinturas, grabados, fotografías e instalaciones, que dan cuenta de más de 50 años de trabajo artístico. Entre las obras seleccionadas para la exposición cabe resaltar dos instalaciones inéditas de gran formato: El mar de Cristóbal Colón y Dick Tracy y la Esfinge de Diamantes, así como una pintura de 9 mts. de longitud, La multiplicación de los cuadros.

“La necesidad de Barrios de comprender que el proceso creativo funciona en una constelación ampliada más allá del Yo y la conciencia, (…) lo lleva por el sendero del esoterismo implicado en las prácticas espiritistas. (…) Como Barrios asegura, a partir de ahí descubre cómo conectarse con su espíritu guía y se adentra en la relación con esa zona del no-conocimiento, desarrollando así sus capacidades para trabajar como médium y para comunicarse con los espíritus. (…) [Esto nos remite] a un postulado de la antigua práctica esotérica de la alquimia en donde el aprendiz alcanza la más alta forma de conciencia al adquirir el entendimiento de su propio microcosmos y del macrocosmos en donde este encaja”, explica la curadora. Es a partir de ahí, de las relaciones intrínsecas entre el micro y macrocosmos concebidos por Barrios, que Sáez de Ibarra plantea, en esta retrospectiva, asociaciones inéditas entre las piezas incluidas: obras aparentemente disimiles -minúsculas o de gran formato-, dibujos e instalaciones. Se trata entonces, en palabras de la curadora, “de una gran instalación, que es la exhibición en sí misma, que logra recrear el mundo de Álvaro Barrios”.

En el segundo piso se encontrarán, entre otras piezas: El mar de las Malvinas, una instalación que presenta documentación sobre este conflicto; El martirio de San Sebastián, una instalación interactiva que se desarrollará a lo largo de la exhibición con la ayuda de los visitantes; una revisión de la instalación Ars Longa Vita Brevis, que incluirá cuatro pinturas de monjas coronadas de la Colección de Arte del Banco, y un amplio conjunto de Grabados Populares publicados desde 1972 hasta la actualidad, incluido aquel que circuló en 2008 a través del periódico Village Voice de Nueva York.

Por su parte, en el tercer piso se exhibirán los Sueños con Marcel Duchamp, una obra en la que Barrios se vale de recursos literarios; la serie Oración el Museo, sobre el peregrinaje que emprendió al Museo de Arte de Filadelfia para orar junto a las obras de Marcel Duchamp, y las instalaciones El pequeño gran vidrio, Pasatiempo con luz intermitente, La rueda de la compensación universal y el Centro de Investigaciones Síquicas, que incluye archivos, documentos y obras relacionadas con las prácticas espiritistas del artista.

“Vale la pena resaltar que la apropiación hace parte fundamental de la visión del arte en Álvaro Barrios. De esta manera en la mayoría de sus piezas no solo involucra obras ya hechas por otros artistas, sino también objetos-imágenes de la cultura misma. En su juego de apropiaciones trae a colación obras de Duchamp, además de introducir en sus trabajos hitos e imágenes de la historia del arte, incluyendo en todo ello iconografías de la historia de la cultura popular como superhéroes; tipografías, estética y otros recursos de las tiras cómicas, y hasta canciones (imágenes sentimentales de la memoria colectiva)”, puntualiza la curadora.

Álvaro Barrios
Artista conceptual, dibujante y grabador, nacido en Cartagena, el 27 de octubre de 1945. Desde los seis meses, Alvaro Barrios Vásquez fue a vivir con su familia a Barranquilla, a la que considera su ciudad natal. A los ocho años ingresó a los talleres infantiles de dibujo y pintura en la Escuela de Bellas Artes de Barranquilla, e hizo el bachillerato en el Colegio Biffi de los Hermanos Lasallistas. Ingresó a la Universidad del Atlántico y estudió arquitectura durante tres años simultáneamente, continuó tomando cursos y talleres en la Escuela de Bellas Artes, donde tuvo como profesora de acuarela a Freda Sargent.

Resulta decisiva para el curso de su carrera artística la afición que, durante su adolescencia en Barranquilla, desarrolló por tiras cómicas como Dick Tracy, Red Ryder o Superman, con las cuales afianzaría simultáneamente su gusto por la gráfica y por la literatura. Así mismo estableció contacto con el grupo de escritores e intelectuales denominados nadaístas, defensores de un pensamiento de ruptura que cuestionaba y estremecía los órdenes establecidos por instituciones políticas, religiosas y culturales. A esto se le suma su particular interés por las experiencias místicas, el espiritismo y las imágenes oníricas, fomentado por la literatura surrealista, y el cabal conocimiento de la historia del arte que cultiva desde sus estudios en Perugia y Venecia en 1968.

Barrios realizó su primera exposición importante en 1966, en la Galería Colseguros de Bogotá, que dirigía Alicia Baraibar; la muestra fue presentada por Gonzalo Arango. Un año después realizó una exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Sus primeras obras son unos dibujos sepias sobre papel teñidos con té, a partir de la tira cómica de Dick Tracy y algunos collages de revistas. En 1968 le propuso a Marta Traba la exposición "Espacios ambientales", primera muestra de arte conceptual en el país.

En 1969, Barrios recibió el tercer premio en el XX Salón Nacional de Artes Visuales, y en 1979, el primer premio en la Primera Trienal Latinoamericana de Grabado de Buenos Aires. Ha realizado una serie de exposiciones individuales, entre ellas dos muestras retrospectivas en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (1977 y 1986); y ha participado en numerosas colectivas entre las que se destacan la vi Bienal de París (1971), la IX Bienal de Tokio (1974) y la XIII Bienal de San Pablo (1975).

Algunas de sus obras se pueden contemplar en colecciones públicas tan reconocidas como la del Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Arte Latinoamericano de Washington y la Colección Daros Latinoamérica de Rio de Janeiro.

Muy interesado por las corrientes conceptuales del arte contemporáneo, su trabajo trasciende la creación plástica; ha hecho incursiones en la divulgación del arte de vanguardia, en la organización de exposiciones y en la crítica de arte. Se ha manifestado a través de muy diversos medios, convencionales y no convencionales: dibujos, collages, fotografías o vidrios pintados, en los que ha recreado obras del arte universal, del arte contemporáneo, las hazañas de los héroes de las tiras cómicas y, más recientemente, historias bíblicas. También ha realizado trabajos tridimensionales, cajas en las que instala dibujos con objetos reales y luz. Su producción más extensa son, quizás, los dibujos publicados en periódicos y revistas de Colombia, México y Argentina, que él llama Grabados populares. En sus dibujos sobresale el cuidado y virtuosismo de su trabajo, muy cercano, intencionalmente, a las artes gráficas.

Exposición Álvaro Barrios: La leyenda del sueño
Hasta el 3 de marzo de 2014

Museo de Arte del Banco de la República, pisos 2 y 3. Bogotá.