Madrid, 30 de enero de 2017
El Palacio Real de Madrid presenta la exposición temporal "Carlos III. Majestad y Ornato en los Escenarios del Rey Ilustrado", con la que se conmemora del tercer centenario de este monarca y que permanecerá abierta hasta el 31 de marzo de 2017.
Soberano ilustrado y mecenas de las artes, el monarca constituye el referente más indiscutible en la fértil relación que han mantenido la Corona y la Cultura en España durante la Edad Moderna. Patrocinada por Fundación Banco Santander, esta exposición viene a ofrecer una revisión del arte que se realizaba en la corte durante su reinado. En ella, se pone de relieve la importancia que le dio el monarca a las artes decorativas en la ornamentación de los Sitios Reales, y que se ve reflejada en el desarrollo de las Reales Fábricas.
Estas obras artísticas estaban pensadas tanto para fines funcionales, como ornamentales y representativos, y su calidad y tono cosmopolita constituían toda una declaración de poder, expresando la majestad del rey y la monarquía. En sus palacios se expresaba esta alianza entre el poder y la ilustración mediante las pinturas de figuras como Giambattista Tiepolo, Anton Raphael Mengs y todos sus discípulos españoles, entre ellos el incipiente genio de Francisco de Goya, así como mediante artes decorativas tales como tapices, porcelanas, cristales o relojes.
Las obras ornamentales creadas para expresar la magnificencia de Carlos III constituyen uno de los tesoros culturales más deslumbrantes de nuestra Historia Moderna. Esta exposición recoge una selección de obras procedentes de instituciones tan prestigiosas como el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza, el Metropolitan Museum, o el Palacio Real de Nápoles. Además, cuenta con la escultura de Juan Pascual de Mena Carlos III, de la Colección Banco Santander.
La exposición se estructura en las siguientes secciones:
Sitios Reales
Durante sus casi treinta años de reinado, Carlos III cambió sustancialmente el Palacio Real de Madrid y todos los Sitios Reales, de modo que su paso fue decisivo para todos ellos.
Carlos III, apasionado de la caza y la vida de campo, promovió que en estos se edificasen poblaciones donde quienes siguieran a la corte pudiesen encontrar acomodo.
Junto a espléndidos lienzos del veduttista italiano Antonio Joli, se expone por primera vez la Vista del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, recientemente adquirida para las Colecciones Reales del Patrimonio Nacional.
El Real Dormitorio de Carlos III
El dormitorio de Carlos III en el Palacio Real de Madrid constituía un gran conjunto decorativo neoclásico realizado entre 1762 y 1772. Su principal artífice fue el pintor Anton Raphael Mengs, que desarrolló un programa que equilibraba la pintura, de tema religioso, y los grutescos con los que la tapicería animaba y daba calor a las superficies.
Con esta ocasión se ha reunido la decoración íntegra de esta estancia, tanto de sus conjuntos pictóricos como de los suntuosos textiles que revestían el dormitorio real.
Los Tipos Populares de Lorenzo Tiepolo
Estas doce obras fueron realizadas por el menor de los hijos de Giambattista, utilizando la delicada técnica del pastel. Lorenzo Tiepolo supo reflejar con verismo una variedad de tipos populares del Madrid de la época: vendedores, militares, gente del pueblo llano... Este conjunto no ha sido expuesto completo desde 1946.
La Pintura mural
Los principales empeños decorativos de Carlos III estuvieron concentrados en el Palacio Real Nuevo de Madrid, en una ambiciosa campaña que pretendía cubrir con pintura al menos parte de tan notable conjunto de bóvedas, contribuyendo de este modo a realzar la imagen de la Majestad en la sede oficial de la Corona.
Durante el periodo carolino la actividad de los fresquistas se extendió a otros reales lugares como el Palacio Real de El Pardo, la Colegiata de La Granja de San Ildefonso o el Palacio Real de Aranjuez.
La exposición presenta dibujos, bocetos y estudios de pinturas murales de varios de estos frescos, como los de Corrado Giaquinto, Anton Raphael Mengs, Francisco Bayeu y Mariano Salvador Maella.
El Rey «de monte en monte»
Para escapar de la melancolía hereditaria, Carlos III estimó que el mejor remedio era «huir la ociosidad y estar siempre empleado, y en acción violenta en lo posible». Es decir, cazando.
La práctica de la caza contribuye a explicar que solo viviese en Madrid ocho semanas al año y el resto en el campo, donde «la libertad que gozaba era más conforme a su genio, pues podía salir fácilmente y sin séquito a caza por la mañana á los jardines».
Chinoisseries
La fascinación por las chinoisseries se plasmó en algunas decoraciones del reinado de Carlos III, en las que jugaban un papel esencial los «pequines», finos tejidos de seda pintados al temple con adornos vegetales y florales o con escenas chinescas.
Este tipo de telas servían para confeccionar tanto las colgaduras de verano para paredes, cortinas y camas de los dormitorios de las personas reales, como las de los gabinetes privados del propio monarca. Los elementos de porcelana china o japonesa podían completar la decoración de estas salas para crear un ámbito decorativo de carácter oriental.
La muestra presenta algunas piezas únicas por su rareza y calidad, no expuestas habitualmente por razones de conservación.
Reales Fábricas
La magnificencia de Carlos III se muestra en las producciones de sus Reales Fábricas, tanto en la de porcelana del Buen Retiro creada por él, como en las que fundó su padre y que alcanzaron su apogeo durante su reinado: la de tapices en Madrid, y la de cristales en San Ildefonso (Segovia).
La exposición presenta los tapices realizados para la "pieza de comer" de Carlos III en Palacio Real de El Pardo, cuyos cartones fueron realizados por Goya entre 1786 y 1788. Estos tapices nunca llegaron a instalarse de manera conjunta, pues a la muerte del soberano fueron trasladados a diversos emplazamientos.
Las porcelanas de la Real Fábrica de Su Majestad Católica
El Real Sitio del Buen Retiro fue el lugar escogido por el rey para establecer la Fábrica de porcelana que hizo trasladar desde Capodimonte en 1759. La continuidad entre la real manufactura creada por Carlos en su reino italiano y la producción temprana de la madrileña se manifiesta en el magnífico Gabinete de porcelana del Palacio de Aranjuez.
El Real laboratorio de piedras duras, inspirado directamente en los talleres florentinos del Gran Duque de Toscana, fue instalado en el edificio de la Fábrica de porcelana, en las cercanías de la actual fuente del Ángel caído, y fue destruido durante la guerra napoleónica.
Carlos III y los talleres reales
El retrato de Carlos III en toda su majestad realizado por Mengs y regalado por el monarca al rey de Dinamarca preside la sala en la que se despliegan las artes decorativas realizadas en los talleres reales españoles. Se trata de una de las obras cumbre indiscutible de la retratística regia, y se presenta ahora tras la magnífica restauración realizada con motivo de la exposición.
El diseñador veneciano Mattia Gasparini recibió el encargo de revestir con una ornamentación magnífica y unitaria la Cámara del soberano y sus inmediatos tres despachos, o «gabinetes de maderas de indias». El conjunto constituye una de las obras maestras del rococó europeo. Gasparini organizó y dirigió un taller de ebanistas alemanes y otro de bordadores, cuyas actividades se prolongaron durante el reinado de Carlos IV ya bajo las pautas estilísticas de Ferroni, quien empezó siendo broncista a las órdenes de Gasparini y acabó por sucederle como «adornista» en 1774.
La muerte del Rey
Carlos III muere el 14 de diciembre de 1788. Según la etiqueta de la Casa de Austria, se desmontó la decoración habitual del salón y se cubrieron las paredes con una de las tapicerías más emblemáticas de las Colecciones Reales, probablemente la de La conquista de Túnez por Carlos V. Se instaló un estrado alfombrado, sobre el que se situó un dosel y una cama imperial y, en los laterales, blandones de plata. Además, se montaron siete altares. La tradición exigía que la capilla fuera pública, permitiendo la entrada a todas las personas, sin distinción de clases ni sexo, que quisieran ver al difunto monarca.
Carlos III. Majestad y ornato en los escenarios del rey ilustrado
Hasta el 31 de marzo de 2017
Palacio Real de Madrid
C/ Bailén s/n
Carlos III, rey de España y de las Indias. Anton Raphael Mengs. 1765
Apolo y Minerva, con otros dioses y las musas, reciben a Hércules en el Olimpo. Francisco Bayeu y Subías. 1768
Cortina de dos hojas, guardamalleta y abrazaderas. Manufactura china. h. 1765
Escritorio de Carlos III. Matías Gasparini, pintor. José Canops, ebanista. Antonio Vendetti, broncista. 1764-1774
Tapiz La nevada o El invierno. Francisco de Goya y Lucientes. 1786-1788
Mujer con abanico y majos. Lorenzo Tiepolo. 1775
Sillón de la cámara de Carlos III. Matías Gasparini, pintor. José Canops, ebanista. Juan Bautista Ferroni, broncista. María Luisa Bergonzini, bordadora. 1774-1791