Madrid, junio 2007.
La obra fue presentada recientemente en el Ateneo de Madrid. Intervinieron en el acto de presentación el periodista y escritor Tomás Álvarez la también escritora Marifé Santiago Bolaños, así como el propio autor de la novela, nacido en Sariegos.
Tomás Álvarez se refirió en sus palabras a la incesante decadencia del mundo rural ?planteado casi como eje central en la novela? y en concreto en el ámbito leonés, especialmente castigado por una despoblación que parece no tener límites. Al hilo precisamente de esta decadencia, el periodista leonés esbozó la relación existente entre Isabel, la protagonista de la novela, y este mundo opresivo del que escapa, con dieciocho años, para buscar otros alicientes a su vida en la capital de España. El camino no será precisamente sencillo sino duro y, por momentos, teñido de tragedia. La trama se desarrolla en escenarios y paisajes fácilmente reconocibles, y por ella desfilan una serie de personajes muy representativos de aquella época, entre los que Isabel lucha por salir adelante y encontrar un poco de felicidad.
El autor retrata el ambiente del Madrid de los años 50 y 60 con una prosa precisa y viva, aderezada con sabrosos giros del habla popular, especialmente cuando habla Delfina, la mejor amiga de Isabel, o cuando se recrean situaciones del ambiente del servicio por el que la protagonista se mueve en sus primeros años en la capital, y por supuesto cuando Isabel regresa al pueblo que la vio nacer, ya casi vacío, símbolo de la decadencia del mundo rural del que un día huyó. Uno de esos personajes es el tío Vico que, en sus conversaciones en la cocina de Isabel, repasan ambos sus mundos respectivos a lo largo de los más de treinta años que ella ha pasado fuera.
La escritora Marifé Santiago Bolaños, por su parte, se refirió al planteamiento estético de la novela, haciendo hincapié en la originalidad de su propuesta narrativa, basada en tres tiempos, con el fin de acercar al lector a los mínimos detalles tanto de la peripecia vital de la protagonista como de sus motivaciones. Destacó Marifé lo cuidado del lenguaje, “algo muy de agradecer”, ya que con cierta frecuencia se echa en falta una mayor atención por la forma, que suele quedar en un segundo plano con respecto al fondo.
Seguidamente intervino el autor, quien señaló su particular afecto por esta novela de entre toda su bibliografía, porque “fue especialmente gratificante todo el proceso de escritura”, según señaló. Explicó igualmente que su objetivo era narrar los avatares de la vida de “una de esas personas que ahora llamamos excluidas”, es decir, procedente del mundo rural y mujer, en los años cuarenta del pasado siglo. Explicó también que pretendía, con su novela, retratar la vida de alguien que escapa del destino que socialmente se le atribuye para transitar por la vida intentando un rumbo propio.
Al término de sus palabras, se entabló un animado coloquio con los asistentes, que dio lugar a interesantes reflexiones sobre la evolución social del papel de la mujer y sobre cómo muchas mujeres encuentran en esta novela elementos con los cuales identificarse.
Portada del libro Las dos vidas de Isabel Tascón, de Alfredo Álvarez Álvarez.