Recientemente se publicó la noticia de que el ayuntamiento de Coca (Segovia) pensaba reclamar una cantidad económica por el aire que limpiaban sus pinares. Si se aplica el principio de que “quien contamina, paga”; también habrá de aprobarse el de que “quien limpia, cobra".
En una tierra de abundantes pinos, allá donde se juntan el Voltoya y el Eresma, Coca es una tierra relativamente descontaminada, cuyo vecindario estima que debe calcularse su contribución como sumidero de CO2, a efectos de reclamar la renta correspondiente
Buena parte de las tierras del interior han sido abandonadas por los pobladores, atraídos por la llamada de la ciudad, su vitalidad económica y las oportunidades de negocio que brinda. Los pueblos quedan poco a poco relegados de los beneficios de nuestra sociedad. Apenas llega la luz eléctrica y la televisión, con su programación anestesiante y embobadora. Todo lo demás queda lejos.
Estos territorios quedan relegados únicamente a centros de aprovisionamiento de materias primas, entre ellas el agua, que genera energía, fertiliza los jardines de la urbe y se utiliza en los suburbios industriales...
El abandono del campo ha propiciado el crecimiento de una cobertura vegetal, que soporta incendios con relativa frecuencia porque no se mantienen los retenes necesarios para limpieza de cortafuegos y equipos contra incendios...
Es hora de reclamar por el agua que se entrega, por el aire que su purifica, por la energía limpia que surge en esos territorios (así como por los brazos hurtados para mover la maquinaria industrial y de servicios)... Bienvenidos los municipios que reclaman sus derechos con una visión moderna y que unen sus voces a las organizaciones que luchan por un planeta más justo y más libre de contaminación.
Bosque otoñal en la comarca leonesa de La Cepeda. Villamejil(León). guiarte.com